"Son muchos los que lo buscan
Son más los que lo protegen.
Ciudades, montes y valles
Cuidan los pasos del jefe.
Si tienen una pregunta,
hágansela al de los lentes".
Pero ¿Quién es ese "de los lentes"?; digo, para ir a hacerle la pregunta. Mmmm… a ver, ¿No será ese chaparrito y pelón según la descripción, inmejorable, de Manuel Espino?
Otro corrido, muy gustado, interpretado por Los Tigres, se llama Pacas de a Kilo. Contiene una frase por demás sugerente: "Mi rancho me da las pacas, Los Pinos me dan la sombra". ¿Dónde están esos pinos, que dan tanta sombra? Mmmm….dónde, dónde. Deben estar muy arriba, por que la sombra llega hasta Sinaloa.
Es una pena que próximamente cuestiones tan interesantes, derivadas de la inagotable creatividad de los compositores de narcocorridos, ya no nos las podremos plantear. Y es que el gobernador de Sinaloa, en un arrebato de genialidad, decidió prohibir aquellos mismos narcocorridos que tan alegremente bailaba en su campaña (videos disponibles en la red). Golpear al narco en donde más le duele: en las tonadas monótonas de sus corridos. La genialidad del gober de Sinaloa fue muy bien recibida por el gobierno federal, que, en un Tuit de Alejandro Poiré (vocero de Calderón, asombrosamente parecido a Dexter, el hermano de Didí), escribió "¡Bien por Malova!", aplaudiendo el tremendo golpe al narco, que lo tiene al borde del colapso. ¡Bien, Malova, muy requetebien!
Pero como las buenas ideas cunden, el ejemplo de Malova fue seguido por el presidente municipal de Navolato, en el mismo Sinaloa, que, para demostrar que los genios no escasean, decidió atacar el problema del embarazo adolescente, mediante un recurso audaz e infalible: ¡prohibir las minifaldas! Ese presidente municipal, a quien no debe rescatarse del anonimato, puso en la mesa lo que todos ya sabemos: que el mexicano es un pueblo de machos, víctimas de la infinita maldad de algunas mujeres que, sabedoras de la debilidad de la carne, se solazan exhibiendo sus partes tentadoras. Así, los inocentes machos son impelidos hacia ellas, muchas veces violentamente. Si ellas son manoseadas, si son violentadas, si por eso quedan embarazadas, será siempre por culpa de ellas mismas. ¡Pecadoras! Pero, como los genios no son perfectos, el presi muni de Navolato, olvido protegernos de otra arma terrorífica: el escote; que nos muestra el camino hacia un falso edén (sin ellas, no hay paraíso). La solución completa a tantos problemas está, pues, en la burka.
Pronto, no faltará quien proponga soluciones para el tan de moda "bullying". Si los niños estudiosos, los llamados "nerd", son víctimas de acoso escolar cada vez más violento, la solución es muy sencilla: ¡que dejen de estudiar! De esta manera, dejaran de ser "nerds", y ya no tendrán la culpa de que sus compañeritos violentos se vean obligados a molerlos a "carrilla".
Tampoco faltará quien proponga soluciones para la discriminación por el color de piel. Si los "subidos de tono" epidérmico no quieren ser discriminados, pues muy sencillo: que dejen de ser prietos; quien les manda. Si Michael Jackson pudo blanquearse, no debe ser tan difícil; seguramente, el secreto del blanqueo de piel está guardado en alguna parte. No es posible que el "Rey del Pop" se lo haya llevado a la tumba.
Para terminar estas notas. Y para estar a tono con estos políticos que nos sorprenden con medidas tan audaces como geniales, este tecleador propone una solución para los problemas de la nación entera: rezar todos los mexicanos, al mismo tiempo, en todos los templos, de todas las iglesias, la Oración a San Alejo, que a la letra dice:
ORACIÓN A SAN ALEJO
Oh, piadoso San Alejo
Tú que concentras la sabiduría de los viejos
Tú que distingues a jaibas de cangrejos
Tú que a los conejos reconoces desde lejos
Ya que nos miras en embrollos tan añejos
Líbranos de estos gobiernejos,
¿No ves que ya se pasan de pendejos?