octubre 05, 2011

Tan importante es el negocio

por Isabel Dorado Auz


            Empieza a levantar sospechas el hecho de que, a toda costa, el alcalde pretenda comercializar el Parque Madero. La pregunta es, ¿Quién o quienes serán los directamente beneficiados?

Así es, el hecho de que el alcalde haya decidido dar reversa y cancelar el, a todas luces, inviable lago artificial, no significa que ha desistido en su inteción de comercializar el Parque Madero, la mejor prueba de ello es que continúa la construcción de la barda, lo que constituye el primer paso para privatizar, en un futuro cercano, ese patrimonio que hoy, a pesar del alcalde, sigue siendo de todos los hermosillenses.

Dicen los que saben, que son personas muy cercanas a Javier Gándara quienes se verán beneficiados, instalando sus negocios en el interior del Parque, lo cual traerá como consecuencia la pérdida de importantes áreas verdes. Es cierto, no será de la magnitud que se esperaba si se hubiese construído el lago artificial, pero de cualquier manera, no queda claro, aún, cuantos árboles son los que desaparecerán en caso de que el alcalde logre imponenerse.

Me gustaría estar equivocado, pero todas las señales indican que puede más la avaricia que el bienestar de los hermosillenses. Imaginen, nada más, una fuente danzante, cuyo costo supera los $10,000,000.00, ¡diez millones de pesos!, que funcionará con agua tratada que llegará a la piel y las narices de cuanto individuo pase por ese lugar. Obviamente, ni siquiera les pasa por la mente el potencial de riesgo, ya que, dicen, la planta tratadora, que aún no entra en funcionamiento, cumplirá con todas las especificaciones para considerarla segura. Esto es, todavía no reciben el agua y ya dan por un hecho que será inocua.

Ahora bien, qué proponemos los grupos ciudadanos que nos hemos venido manifestando. Lo podríamos resumir en tres propuestas concretas: 1) que el Parque Madero siga siendo un espacio de libre acceso, por lo cual estamos totalmente en contra de la construcción de la barda; 2) que si se va a construir la fuente, no se utilice agua tratada, ni mucho menos, en esa propuesta de construir un chapoteadero, ya que quienes conocen de riesgos potenciales no recomiendan el agua tratada en estos casos, ni para el riego de árboles frutales; 3) que el alcalde abandone esa idea personal que tiene de que encarna la voluntad popular por el solo hecho de haber asumido el cargo después de un proceso electoral, esto es, piensa que la ciudadanía hermosillense le extendió un cheque en blanco que hoy lo faculta para seguir destruyendo las pocas áreas verdes que aún conservamos,  dejando en su lugar una serie de negocios, cuyas ganancias solo llegan a los bolsillos de personajes que "nadie conoce".

Qué esperaria yo en lo personal. Que se encienda una luz de compromiso social y que el ayuntamiento, en su conjunto, lejos de imponer decisiones las socialice y haga partícipes a los ciudadanos hermosillenses en la conducción política del municipio. Quiero insistir, que hubiese preferido mil veces que hoy siguiéramos contando con el Parque Villa de Seris y no estarle restregando en la cara a Eduardo Bours las consecuencias de su soberbia. Dejar claro, que quienes participamos en la defensa de nuestras áreas verdes no buscamos la debacle de tal o cual político, antes bien, esperaríamos un mejor liderazgo que nos permitiera identificarnos con el gobierno y no este enfrentamiento permanente entre la razón que nos acompaña y el interés lucrativo de quienes dicen gobernanrnos.  

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