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La inseguridad alimentaria, la falta de acceso al agua y el desempleo parecen problemas de un país del Sur en desarrollo, pero también están bien documentados en ésta, la "tierra de los libres".
En vísperas del Foro Social Mundial (FSM), que se realizará en la capital de Senegal la próxima semana, grupos de la sociedad civil de Estados Unidos instan a sus líderes políticos a que recuerden que los problemas sociales están presentes en todo el mundo, sea en un suburbio de Detroit o en una comunidad de Dakar.
"En cierta medida, hay un error de concepto alrededor del mundo de que, como vivimos en Estados Unidos, no tenemos pobreza. Pero ésta es real, especialmente en (el norteño estado de) Michigan", dijo Oya Amakisi, activista social que viajará al FSM de Dakar.
"Nuestras vidas son muy precarias en este momento… Hay gente viviendo en automóviles", dijo a IPS.
Amakisi participó en la organización del Foro Social Estado Unidos (USSF) el año pasado, que reunió a más de 20.000 participantes de todo el mundo durante cinco días en Detroit.
También está afiliada a la iniciativa Detroit a Dakar (D2D), destinada a trazar paralelos entre las luchas sociales de América del Norte y los países de África.
Amakisi dijo esperar que el próximo FSM sea una instancia en la que activistas de todo el mundo puedan converger para compartir experiencias y buscar soluciones concretas, no simplemente discutir.
"Realmente queremos aprender cómo crear un cambio efectivo y una transformación a largo plazo. Otro mundo es posible. Ésta no es nuestra única opción. Luchar cada día no debe ser nuestra única alternativa. Tratar de ver cómo podemos poner un techo sobre nuestras cabezas y darle de comer a nuestros hijos no debe ser nuestra única opción", señaló.
"Lo que queremos es ser tratados como seres humanos y que nuestras voces sean oídas", añadió.
Al FSM también asistirá otro colaborador de la iniciativa D2D, William Copeland, del Consejo de Acción Ambiental de Michigan Oriental.
Como coordinador de jóvenes, Copeland conoce las luchas diarias de las familias en Detroit, una de las ciudades más golpeadas por la crisis financiera mundial.
Como muchas comunidades en África, los habitantes de esa norteña ciudad estadounidense se ven obligados a luchar por sus derechos a la tierra, por seguridad alimentaria y por un acceso justo al agua.
"Detroit es considerado un 'desierto de comida', esto es, donde los alimentos frescos son difíciles de obtener dentro de los límites de la ciudad", señaló.
"Es entre cuatro o cinco veces más fácil hallar un comercio de venta de alcohol o una cadena de comida rápida que cualquier alimento fresco y nutritivo. Ahora la gente cultiva alimentos en predios abandonados y en el patio trasero de sus casas", dijo a IPS.
"También hay muchas luchas sobre el agua, sobre la propiedad del agua y la accesibilidad a ésta", añadió.
Desde el USSF del año pasado, varios grupos comunitarios de Detroit lanzaron programas destinados a afrontar los problemas sociales de la ciudad.
Entre estos se encuentran la Coalición por la Justicia Digital de Detroit, que presiona a medios de comunicación para que ayuden a personas sin empleo a desarrollar habilidades empresariales, y la Fuerza de Tareas por Justicia Alimentaria, dedicada a reconstruir la cadena de alimentos de la ciudad para ayudar más a los granjeros locales y asegurar un mejor acceso a comida sana.
Aunque esos programas han potenciado a los ciudadanos de Detroit, Nunu Kidane, de la Red Prioridad África, con sede en el occidental estado de California, señaló que la delegación de la D2D en el FSM intentará aprender otros modelos de desarrollo comunitario de activistas del resto del mundo.
"Se necesita construir alianzas y solidaridad si queremos una solución alternativa al problema de la pobreza en diferentes partes del mundo", dijo la activista.
"La gente siempre tiene la idea de que África es un lugar donde hay necesidad y al que tenemos que enviar dinero y ayuda. Pero estamos tratando de hacer un paralelo aquí en Estados Unidos, donde también hay bolsones de pobreza… mientras que en África hay lugares diferentes donde las personas son muy ricas", agregó.
"Todos estamos unidos en el actual modelo, un sistema económico que parece beneficiar a los que explotan los recursos del mundo, a expensas de los que no lo hacen", dijo.
Kidane opinó que, aunque muchos acusan al Foro de ser sólo una instancia de diálogo y debates sin resultados concretos, para ella sigue siendo una de las plataformas más importantes para que los líderes comunitarios puedan hacer oír su voz.
"Yo diría que, en el contexto de lo que ha ocurrido en los últimos años, ha sido fenomenal el tipo de nuevas conexiones que se han logrado", señaló. "A pesar de todos los problemas, (el Foro) puede hacer muchas contribuciones".(FIN/2011)
"En cierta medida, hay un error de concepto alrededor del mundo de que, como vivimos en Estados Unidos, no tenemos pobreza. Pero ésta es real, especialmente en (el norteño estado de) Michigan", dijo Oya Amakisi, activista social que viajará al FSM de Dakar.
"Nuestras vidas son muy precarias en este momento… Hay gente viviendo en automóviles", dijo a IPS.
Amakisi participó en la organización del Foro Social Estado Unidos (USSF) el año pasado, que reunió a más de 20.000 participantes de todo el mundo durante cinco días en Detroit.
También está afiliada a la iniciativa Detroit a Dakar (D2D), destinada a trazar paralelos entre las luchas sociales de América del Norte y los países de África.
Amakisi dijo esperar que el próximo FSM sea una instancia en la que activistas de todo el mundo puedan converger para compartir experiencias y buscar soluciones concretas, no simplemente discutir.
"Realmente queremos aprender cómo crear un cambio efectivo y una transformación a largo plazo. Otro mundo es posible. Ésta no es nuestra única opción. Luchar cada día no debe ser nuestra única alternativa. Tratar de ver cómo podemos poner un techo sobre nuestras cabezas y darle de comer a nuestros hijos no debe ser nuestra única opción", señaló.
"Lo que queremos es ser tratados como seres humanos y que nuestras voces sean oídas", añadió.
Al FSM también asistirá otro colaborador de la iniciativa D2D, William Copeland, del Consejo de Acción Ambiental de Michigan Oriental.
Como coordinador de jóvenes, Copeland conoce las luchas diarias de las familias en Detroit, una de las ciudades más golpeadas por la crisis financiera mundial.
Como muchas comunidades en África, los habitantes de esa norteña ciudad estadounidense se ven obligados a luchar por sus derechos a la tierra, por seguridad alimentaria y por un acceso justo al agua.
"Detroit es considerado un 'desierto de comida', esto es, donde los alimentos frescos son difíciles de obtener dentro de los límites de la ciudad", señaló.
"Es entre cuatro o cinco veces más fácil hallar un comercio de venta de alcohol o una cadena de comida rápida que cualquier alimento fresco y nutritivo. Ahora la gente cultiva alimentos en predios abandonados y en el patio trasero de sus casas", dijo a IPS.
"También hay muchas luchas sobre el agua, sobre la propiedad del agua y la accesibilidad a ésta", añadió.
Desde el USSF del año pasado, varios grupos comunitarios de Detroit lanzaron programas destinados a afrontar los problemas sociales de la ciudad.
Entre estos se encuentran la Coalición por la Justicia Digital de Detroit, que presiona a medios de comunicación para que ayuden a personas sin empleo a desarrollar habilidades empresariales, y la Fuerza de Tareas por Justicia Alimentaria, dedicada a reconstruir la cadena de alimentos de la ciudad para ayudar más a los granjeros locales y asegurar un mejor acceso a comida sana.
Aunque esos programas han potenciado a los ciudadanos de Detroit, Nunu Kidane, de la Red Prioridad África, con sede en el occidental estado de California, señaló que la delegación de la D2D en el FSM intentará aprender otros modelos de desarrollo comunitario de activistas del resto del mundo.
"Se necesita construir alianzas y solidaridad si queremos una solución alternativa al problema de la pobreza en diferentes partes del mundo", dijo la activista.
"La gente siempre tiene la idea de que África es un lugar donde hay necesidad y al que tenemos que enviar dinero y ayuda. Pero estamos tratando de hacer un paralelo aquí en Estados Unidos, donde también hay bolsones de pobreza… mientras que en África hay lugares diferentes donde las personas son muy ricas", agregó.
"Todos estamos unidos en el actual modelo, un sistema económico que parece beneficiar a los que explotan los recursos del mundo, a expensas de los que no lo hacen", dijo.
Kidane opinó que, aunque muchos acusan al Foro de ser sólo una instancia de diálogo y debates sin resultados concretos, para ella sigue siendo una de las plataformas más importantes para que los líderes comunitarios puedan hacer oír su voz.
"Yo diría que, en el contexto de lo que ha ocurrido en los últimos años, ha sido fenomenal el tipo de nuevas conexiones que se han logrado", señaló. "A pesar de todos los problemas, (el Foro) puede hacer muchas contribuciones".(FIN/2011)
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