Encinas: no negociaré con la derecha “mendrugos”

Critica a perredistas que trafican con cargos públicos
Plantea su coincidencia con los objetivos de AMLO
Alma E. Muñoz / La Jornada


“No voy a comprar la elección” para ser presidente nacional del PRD, ni tampoco pretendo reconocer al gobierno “espurio” de Felipe Calderón, planteó Alejandro Encinas.

Durante el arranque de su campaña por la dirección del sol azteca rechazó “negociar con la derecha mendrugos de poder” y “reformas limitadas que legitiman al adversario”.

El ex jefe de Gobierno capitalino arremetió, sin dar nombres, contra sus adversarios en la contienda partidista. Se lanzó contra aquellos que, sostuvo, “hoy trafican con los cargos de dirección y con los cargos de representación popular”

Encinas aclaró que ya advirtió a los perredistas que lo apoyan –que forman parte del bloque denominado Izquierda Unida– que no anda “ofreciendo cuotas de poder o privilegios en los órganos de representación popular”, porque, sentenció, “vengo a ganar el voto de la mayoría de mis compañeras y compañeros de partido”.

Arropado por unas mil 200 personas, entre las cuales destacó la presencia de integrantes del “gobierno legítimo” de Andrés Manuel López Obrador, Encinas manifestó que luchará por que el partido recupere su vocación de mayoría, sus principios y valores para lograr la transformación democrática de México.

Junto a Hortensia Aragón, su compañera de planilla, que busca ser secretaria general, resaltó que el PRD no puede negociar con el gobierno de Felipe Calderón por ser “ilegal e ilegítimo”, además de que “niega” la difícil situación económica en que se encuentran la mayor parte de los mexicanos y “privilegia los negocios desde el poder público en lugar de atender las necesidades sociales”. Encinas se definió como un “político que cree en la construcción de diálogos y consensos, pero el asunto no es si se dialoga o se negocia en la política; el asunto real es qué se negocia, con quién se negocia y en qué contexto”.

Subrayó que no pretende buscar “chamba” como presidente nacional del PRD, sino concretar proyectos en sintonía con la lucha encabezada por López Obrador, y resaltó su decisión de actuar con base en la congruencia y hacer prevalecer principios y valores vinculados con la ética.

Para ello, resaltó, “requerimos cambiar al PRD: hacerlo habitable, democrático, con vida institucional; que deje atrás la lucha intestina para atender la política nacional en los estados, en las regiones y en los municipios”. Que queden atrás, abundó, “los grupos clientelares y corporativos”. El cambio, advirtió, va en serio.