El relator especial de la ONU para los derechos humanos de los migrantes, Jorge Bustamante, aseguró que el Ejecutivo mexicano es muy “débil” ante el gobierno de Estados Unidos en la defensa de los connacionales indocumentados que sufren abusos en ese país y que para ello “sólo se le ocurre enviar cartas” diplomáticas que no sirven para nada.
El funcionario de la ONU resaltó que el gobierno federal –encabezado por Felipe Calderón– es el “más inepto” en los esfuerzos para gestionar su responsabilidad ante el fenómeno migratorio.
En ese sentido, criticó la labor de la titular del Instituto Nacional de Migración, Cecilia Romero, quien “no ha demostrado gran capacidad para gestionar recursos, pero sí ha mostrado una gran apatía en la persecución de los casos de corrupción” que se han presentado en la dependencia a su cargo.
Al participar en el foro El paso: reflexiones sobre la migración centroamericana en México, organizado por la Universidad Autónoma Metropolitana y la Fundación Heinrich Böll, el relator de la ONU indicó que el gobierno federal mexicano “no está haciendo nada eficaz” en la defensa de los derechos humanos de los migrantes nacionales y de los centroamericanos que cruzan por nuestro país hacia Estados Unidos.
Destacó que esto se presenta en parte debido a que la sociedad y las organizaciones civiles han sido incapaces de generar costos sociales y políticos por las omisiones del gobierno al respecto; por lo que exhortó a la ciudadanía en su conjunto a organizarse para señalar y producir costos políticos para las autoridades que no respeten las garantías fundamentales de ese sector.
Asimismo, manifestó sentir una “profunda indignación” porque en México se continúen violando los derechos humanos de los migrantes centroamericanos, de la misma manera en como se vulneran las garantías de los migrantes mexicanos en Estados Unidos.
En ese sentido el funcionario de la ONU resumió que en el fenómeno migratorio gobierno y sociedad mexicanos “abusamos de los migrantes centroamericanos y (a la vez) permitimos que abusen de los nuestros” en el vecino país del norte.
Subrayó que muchos de los centroamericanos indocumentados que cruzan hacia el norte por territorio nacional son víctimas de abusos como secuestros, tráfico de personas y torturas por parte de policías –federales y estatales–, de integrantes de bandas como la Mara Salvatrucha y de otros criminales que abusan de su condición de vulnerabilidad.
Aseveró que aunque éstas representan “prácticas indignantes, no hay un esfuerzo del gobierno mexicano para reducir estos delitos. Es algo criminal que se mantiene en la impunidad”.
Emir Olivares Alonso, La Jornada, 22 de agosto.
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