Isabel Dorado Auz
Justo cuando llegué a Sonora, a mediados de los 80s, empecé a dimensionar la importancia del programa radiofónico “Radio Periódico”, en aquel entonces de “La Grande de Sonora”. Recuerdo que en un principio no soportaba a Fausto Soto Silva pero entendí que el permitir un teléfono abierto conlleva una serie de oportunidades para que nosotros expresáramos nuestras inquietudes. No perdía oportunidad de sintonizarlo cuando estaba en Guasave, Sinaloa, mi tierra natal. Hoy, después de muchos años del trajinar de Fausto, mismo que contra viento y marea, siempre estaba “al pie de la cureña, llueva truene o relampaguee”, se cierra una etapa e inicia para Fausto “lo mejor de la vida, la vida misma”. Por eso, en parte le decimos adiós al programa y le damos la bienvenida a los años de cuidar mejor la salud del señor Antena.
Haciendo una evaluación del pasar de los años, podemos decir que el programa fue mejorando, en cuanto a libertad de expresión, día con día, hasta que inició la ofensiva gubernamental y Fausto, institucional como siempre, no soportó las presiones y tuvo que abandonar en un primer momento ese espacio radiofónico, la razón, la merma en su salud personal. Más allá de ese incidente de censura gubernamental, yo quiero recordar al gran Fausto que hizo de “radio periódico” el espacio natural para la “clase política”, donde los que no teníamos voz empezamos a expresar, cada vez con mayor libertad, nuestros cuestionamientos al abuso del poder político. Algunos compañeros de Radio Bemba me han reclamado ese respaldo a la figura del comunicador y, en respuesta, les hacía ver que en una radio comunitaria es una obligación fomentar la libertad de expresión, mientras una radio comercial siempre está sujeta a los intereses económicos de la empresa. Por eso, la labor de Fausto era sumamente importante.
Soto Silva fue transformando su actuar y el devenir de los años lo hizo mas comprometido con la sociedad, algo muy parecido sucedió con otro comunicador, Diego Matuz, quien en sus últimos años de vida creó un espacio muy plural en otra radiodifusora del Grupo Acir, espacio que él rentaba y que le permitía estar al orden del día en las novedades de la política. Situación inversa tuvo el que hoy es vocero oficial del gobierno, Carlos Moncada, quien, en mis tiempos de estudiante, brillaba por su posición crítica ante los abusos del poder.
Muchos somos los que lamentaremos el cierre de “Radio periódico”, primero porque le cambiaron totalmente el formato original y eso, por supuesto, Fausto no lo pudo soportar. Decía que era “Light”, pero en realidad le quitaron el sello de la casa y en un acto de dignidad, estoy convencido, el comunicador terminó dándoles las gracias a la empresa a la que le fue fiel toda la vida.
Bueno, podría hacer un recuento de todos los momentos gloriosos de “radio periódico”, sin embargo, es el comunicador el que me interesa. Quiero aprovechar este espacio para enviarle un abrazo sincero y el mejor de mis deseos para que esta bienvenida a la vida mundana sea para que disfrute de sus nietos y viva con la tranquilidad de haber cumplido, Espero por lo tanto, no uno sino cien años más de vida, porque quienes te apreciamos, Fausto, reconoceremos tu labor hoy y siempre.
Escribo estas líneas, aunque siempre hubiese querido hacerlo personalmente, no a través de la línea telefónica, sino saboreando un rico y aromático café. Enhorabuena señor, estamos a sus apreciables órdenes.
mayo 28, 2009
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