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Agravio para el país que ganen el doble que el presidente de EU, afirma el tabasqueño
Contradictorio, que quienes imparten justicia actúen de forma abusiva, señala
Andrea Becerril / Enviada La Jornada
Cruillas, Tamps. 27 de febrero. Desde este municipio, uno de los más pobres y abandonados de la entidad, Andrés Manuel López Obrador pidió a los ministros de la Suprema Corte de Justicia que disminuyan en 50 por ciento sus salarios y prestaciones, que en total suman 600 mil pesos al mes, ya que ese ingreso es "un agravio" para millones de mexicanos que viven en la miseria.
No han querido dar ejemplo de rectitud y de dignidad, dijo, y los responsabilizó de servir "a la mafia de la política y el dinero", como lo demuestran sus resoluciones, entre ellas, la reciente de Atenco.
En todo caso, indicó, esos sueldos millonarios que perciben los ministros de la Corte se los paguen Carlos Salinas de Gortari, Roberto Hernández o Claudio X. González, quienes "son sus verdaderos jefes".
López Obrador estuvo la mayor parte de este viernes en Cruillas, una pequeña localidad enclavada en un terreno semidesértico. Ahí, frente a hombres del campo que apenas sobreviven, expuso sus propuestas para que la mayoría de los mexicanos puedan enfrentar la crisis, entre ellas, disminuir a la mitad los altísimos ingresos que perciben los funcionarios de primer nivel.
Antes estuvo en los municipios de Méndez y Burgos, donde se encontró con campesinos que le expresaron que sólo quienes no tuvieron miedo se atrevieron a ir a las plazas para escuchar su mensaje. El tabasqueño recalcó que la mayor parte del presupuesto público "se queda arriba", ya sea porque se lo roban, se va por el caño de la corrupción o se dedica al pago de salarios millonarios a la clase gobernante.
"Es un agravio que habiendo tantas carencias en el país, los ministros de la Suprema Corte reciban 600 mil pesos al mes. ¿Cómo se justifica que ganen el doble del salario del presidente de Estados Unidos?", preguntó.
En Cruillas, donde se tardó el doble del tiempo programado en llegar por el mal estado de los caminos, formuló el llamado a los ministros de la Corte, a magistrados y jueces para que disminuyan sus salarios.
En entrevista posterior, expuso que todos los funcionarios, de directores para arriba, hasta "el presidente usurpador" deben reducir sus percepciones a la mitad. En el caso de los ministros, "es realmente una contradicción que quienes supuestamente imparten justicia estén actuando de manera abusiva".
López Obrador dijo que él "ha sacado cuentas y los ministros en total reciben 600 mil pesos cada mes, sumando el salario, los bonos, gastos de alimentación y otras canonjías y privilegios".
Marginación en la frontera
Durante el mitin en una plaza central polvorienta, López Obrador expuso que aunque se piensa que en los estados del norte, como Tamaulipas, no hay pobreza, Cruillas es el ejemplo de la marginación de muchos municipios en las entidades cercanas a la frontera con Estados Unidos.
Aquí en Cruillas "queremos que haya verdaderos apoyos para la gente, como en el Distrito Federal, que se otorgan pensiones para ancianos y becas para jóvenes y discapacitados, entre otros programas sociales", les dijo.
Después acudió a dos mítines más, a los que llegó a pesar de varios contratiempos, ya que en el intrincado camino de terracería se poncharon las llantas de su camioneta y de otro de los vehículos que lo acompañaron. No obstante, llegó a sus citas en San Nicolás y San Carlos.
En este último municipio, sus simpatizantes lo subieron en hombros al quiosco de la plaza principal, cuya puerta fue cerrada con candado por instrucciones del presidente municipal, Leonel Hinojosa. El edil priísta desde una noche antes mandó descargar arena y tierra alrededor del parque.
No fue obstáculo. López Obrador realizó el mitin, en el cual se congregó gran parte de los residentes de San Carlos, que aplaudieron sus propuestas y le prometieron luchar al lado del "gobierno legítimo".
Antes de dejar el pueblo, ya en la salida, visitó el Hospital Rural Oportunidades de San Carlos, del IMSS, donde encontró las quejas de siempre: no hay medicinas ni servicio médico el fin de semana.
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