septiembre 01, 2010

Contro mediatico

por Isabel Dorado Auz
En lo que parece una obsesión, los cada vez más degastados regímenes políticos de nuestro país, en todos sus niveles, buscan afanosamente controlar a los medios de comunicación, para ello, utilizan diversas armas para lograr sus objetivos. Con las grandes televisoras acuerdan otorgarles ciertos privilegios a cambio de evitar campañas mediáticas negativas en contra del gobernante en turno, o bien de algún legislador "influyente" y con los medios de menor presencia persiste la amenaza o la dádiva presupuestal.

Hoy en día, desde el poder político, se busca que los medios de comunicación no ejerzan a plenitud su función, ya que una verdadera investigación periodística podría evidenciar a más de un centenar de políticos. A cambio, los medios incrementan la publicidad oficial, o bien, dependiendo del peso específico, alcanzan beneficios extraordinarios como los que últimamente ha recibido la empresa Televisa.

Acá en Sonora, en tiempos de Eduardo Bours fue evidente el control que trató de implementar sobre los distintos medios de comunicación. Obligó a Radio ACIR a cambiarle el formato al programa insignia de ese grupo en Hermosillo, esto es, Radio Periódico, y terminó por desaparecer el formato del programa radiofónico que le dio apertura a la voz ciudadana. 50 años de experiencia y el premio Antena, de poco le sirvieron al buen Fausto Soto Silva para detener la ofensiva del otrora soberbio gobernante. Algunos medios impresos tuvieron que desaparecer y algunos periodistas tuvieron que emigrar a otras tierras para poder ejercer su oficio periodístico. Los conductores de las radios locales siempre estaban entre la espada y la pared, sobre todo aquellos que mantenían abierta la línea telefónica y no atinaban a ejercer con eficiencia el difícil oficio de "orientar" a la ciudadanía cuando alguna voz opositora al sistema denunciaba alguna arbitrariedad, labor que se complicó aún más cuando el gobernante decidió robarnos el Parque Villa de Seris, para entregarle cajones de estacionamiento al tristemente célebre proyecto Galerías.

Cuando inició el gobierno de Guillermo Padrés, se buscó presentar otra imagen y se dieron cambios muy importantes en la mayoría de los medios de comunicación. En su momento, festejé el hecho de que muchos jóvenes se incorporaran y mantenía la esperanza de un mejor periodismo en el futuro cercano. Sin embargo, empiezan a surgir algunos signos de intolerancia en contra de aquellos que decidieron cuestionar el quehacer político del estado. El caso de Juana María Olguín es representativo, ya que no solo le quitaron el programa, sino que no le han permitido que sea contratada por ninguna otra empresa, según lo denuncia la propia periodista. Ante este hecho, no me queda más que solidarizarme, dado que quien esto escribe, en forma similar pero en otro terreno, ha estado vetado, por bastante tiempo, para ejercer su labor docente en instituciones públicas.

En la pseudodemocracia que estamos padeciendo quien enfrenta al poder político sufre las consecuencias de tal acción. Por eso, no me sorprende la denuncia de Juana María, pero si me molesta que nos oferten un Nuevo Sonora cuando resurgen los viejos métodos priístas y la continuidad del gobierno boursista es más que evidente. Si no es así, que alguien me explique como es que aún se mantiene al Procurador Abel Murrieta al frente de la inexistente Procuraduría General de Justicia, mismo que solo espera el momento oportuno para hacer lo que mejor sabe, reprimir movimientos sociales y está desesperado por intervenir en contra de los mineros de Cananea.

0 comentarios: