JUAN PABLO PROAL
México, D.F.-La economía mexicana resentirá la tozudez de concentrar su crecimiento en su alianza con Estados Unidos; retorno masivo de migrantes, dependencia de las importaciones de China, declive de las exportaciones y marasmo del sistema productivo aguardan al país como consecuencia de la crisis mundial.
Tan mal ha manejado México su economía, que actualmente es rebasada por naciones que históricamente han sido consideradas de tercer mundo, como Haití y Jamaica, por citar los más representativos.
A estas conclusiones llega el análisis Panorama de la Inserción Internacional de América Latina y El Caribe publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), organismo adscrito a la ONU.
El documento consta de siete capítulos desarrollados en 253 páginas. Los temas que incluye abarcan los múltiples efectos de la crisis estadunidense en el resto del mundo, el rumbo que ha seguido la agricultura y las nuevas relaciones del comercio.
*Las consecuencias de la sumisión a EU
Respecto al año inmediato anterior, la economía de la nación sufrió una pérdida notable en el volumen de exportaciones a Estados Unidos y la Unión Europea, al registrar una variación negativa cercana al 10 por ciento.
Es más, las exportaciones de México a Estados Unidos registran una caída del 11 por ciento, cita el documento. En 2000, México registró 89 por ciento de exportaciones a ese país, cuando en 2008 el porcentaje disminuyó a 78 puntos.
Aun así, México concentra su actividad comercial en Estados Unidos, y el convenio que signó en 2000 con la Unión Europea no ha rendido los frutos que sí consiguió la asociación firmada entre Chile y los países del viejo continente, a pesar de que ambos convenios datan del mismo año.
México se ubica entre diez países que más exportan a Estados Unidos, al destinar el 39 por ciento de sus mercancías, situándose como la sexta nación que más contribuye a la economía estadunidense, sólo por debajo de Canadá, la Unión Europea, Japón, América del Sur y El Caribe.
Advierte la CEPAL del riesgo de este comportamiento: "La desaceleración de la economía estadunidense también puede repercutir indirectamente en las exportaciones de América Latina y el Caribe porque el debilitamiento de la demanda de importaciones de los Estados Unidos reduce el crecimiento de los ingresos y las exportaciones de otras regiones, lo que a su vez puede disminuir la demanda de productos de América Latina y el Caribe por parte de esas regiones".
México es de los países más rezagados en la diversificación de sus destinos de exportación.
Las exportaciones de México a la Unión Europea son del 6 por ciento. Este indicador es ínfimo cuando se toma en cuenta que Uruguay, Brasil, Chile y Costa Rica exportan más del 20 por ciento al bloque económico europeo.
México concentra el 78 por ciento de sus exportaciones en Estados Unidos. En cambio, apenas el 6 por ciento se destina a América Latina y El Caribe, el uno por ciento a China y el 3 por ciento a Asia y El Pacífico. Similares son las tendencias de economías históricamente bajas, como Haití y Jamaica.
En cambio, Colombia creció en su diversificación. El 36 por ciento de sus exportaciones son a América Latina y el Caribe, siete puntos más que en 2000; el 31 por ciento son a Estados Unidos y 18 por ciento a la Unión Europea.
El organismo internacional advierte que al país le afectará de forma más pronunciada la crisis de su vecino, mientras que a las naciones que diversificaron su comercio les irá mejor:
"Las perspectivas de cada país de América Latina y el Caribe dependerán, en gran parte, de sus vínculos comerciales. Los países con mayor dependencia de los Estados Unidos y la Unión Europea, como México, la República Bolivariana de Venezuela y varias naciones de Centroamérica y el Caribe, deberán enfrentar una menor demanda de sus exportaciones que, en general, se componen de energía y productos manufacturados.
"Los países con más conexiones dentro de la región y con otros mercados emergentes, como Argentina, Bolivia, el Paraguay y el Uruguay, obtendrán beneficios derivados de las exportaciones netas de productos básicos de precio elevado y de la solidez de la actividad económica intrarregional".
Así, la reducción de exportaciones de bienes de México fue de las más notorias -apunta la CEPAL--, junto con Brasil y la región andina.
Como consecuencia del incremento de las importaciones, la balanza comercial de México es negativa en más de un punto porcentual. En cambio, fue positiva para Chile, Brasil, la Comunidad Andina y el resto del MERCOSUR.
"La demanda de la Unión Europea se presenta como más estable para toda la región, aunque esto se debe, en gran parte, al peso de América del Sur en la canasta de exportaciones de la región. El Caribe, Centroamérica y México han registrado grandes fluctuaciones en su volumen de exportaciones a Europa, mientras que América del Sur ha logrado un crecimiento constante en los últimos tres años", compara la CEPAL.
A pesar de que en términos monetarios las exportaciones de México a la Unión Europea se incrementaron 170 por ciento, al subir de 5 mil 157 millones de dólares en 1999 a 13.943 millones de dólares en 2007, la balanza comercial sigue siendo negativa para el país.
Subraya la CEPAL: "El déficit comercial mexicano con la Unión Europea sigue siendo muy alto, aún cuando el aumento de las exportaciones ha sido más dinámico que el de las importaciones.
Las exportaciones de México a la economía asiática y China son imperceptibles, al grado de ser comparables con la actividad económica de El Salvador e incluso de Trinidad y Tobago.
La CEPAL recomienda a los países latinoamericanos aprovechar la demanda de productos del mercado asiático e "insertarse mejor en las redes de producción y comercialización asiáticas del comercio intraindustrial y de inversiones".
Lo que sí hace México es importar productos chinos y asiáticos.
"De hecho, en términos de importaciones, China ha pasado a ser el segundo principal interlocutor comercial de México después de los Estados Unidos. En cambio, la participación del resto de los países de América Latina y el Caribe es muy modesta", enfatiza el análisis.
*La crisis que viene
La CEPAL anticipa que, con motivo de la debacle financiera de Estados Unidos, el próximo año se espera un futuro desolador para el comercio mundial.
"El crecimiento de las exportaciones de cada país dependerá de la participación de esos mercados en su canasta exportadora y del grado de éxito en el redireccionamiento de sus exportaciones hacia mercados más dinámicos, sobre todo China y otros países asiáticos, algo que es más sencillo para los productos estandarizados "como los productos básicos" que para las manufacturas. Por consiguiente, el Caribe, Centroamérica y México se verán más afectados que América del Sur".
En 2006, se explica en una gráfica de la CEPAL, el porcentaje de las tasas del crecimiento real de las exportaciones de bienes y servicios se ubicó en 10.8 puntos; al cierre de 2008 se espera una reducción que llegue a 6.5 por ciento.
En su estimación, la CEPAL manifiesta que, gracias al blindaje económico de Latinoamérica, la afectación de la crisis se concentrará en el mercado exportador para la mayoría de los países...no así para México. La razón: el retorno masivo de emigrantes.
Vaticina: "Además de afectar al comercio y al precio de los productos básicos, las tendencias globales repercutirán de al menos otras dos maneras en la región: en primer lugar, la desaceleración económica de los Estados Unidos provocará que los trabajadores inmigrantes que viven en ese país reduzcan el monto de sus remesas, que constituyen una importante fuente de dinero para varios países de la región, sobre todo México, los países centroamericanos y algunos del Caribe".
México también está rezagado en exportación de productos básicos y manufacturas basadas en recursos naturales del país.
Con información registrada hasta 2006, la CEPAL menciona que México ni siquiera llega al 20 por ciento en exportación de productos básicos. Distinta es la condición de Chile, Bolivia, Venezuela, Ecuador, Perú, Argentina y Jamaica, cuyos indicadores superan el 60 por ciento.
Otro descenso marcado de la economía mexicana se refleja en un franco declive de las exportaciones de servicios. En 2006, este indicador se ubicó en 10.8 por ciento; en 2007, bajó a 6.2 por ciento, y este año su promedio es de apenas el uno por ciento. En cambio, Colombia registra un crecimiento que llegó al 11.6 por ciento, casi idéntico al de Uruguay.
La crisis de Estados Unidos también afectará directamente en las remesas. El pasado 27 de octubre, durante la presentación del informe, Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL, advirtió que entre 2 y 3 millones de migrantes podrían regresar a México.
En su intervención, Bárcena anunció también que el crecimiento económico para México apenas llegará al 1.8 por ciento, cuando el promedio del resto de la región estaría cerca de los 3 puntos.
Pocos son los indicadores alentadores para México. La CEPAL sólo destaca armonía en tipo de cambio e inflación.
En cuanto al tipo de cambio refiere, la CEPAL destaca que Estados Unidos obtuvo una ganancia en su balance comercial debido a la apreciación de su moneda derivada de la inyección millonaria de recursos del gobierno.
Con el antecedente anterior, el tipo de cambio efectivo real ponderado de México se ubicó en un punto porcentual favorable. Nuevamente, la moneda mexicana se vio rebasada por la solidez de sus pares de Chile, Brasil y Perú. Sólo Argentina está peor que México en este indicador.
Sólo en inflación, el país logra estar adelante, al acumular 5.3 puntos, cuatro décimas menos que el promedio mundial.
noviembre 07, 2008
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