viernes 28 de noviembre de 2008
Manuel E. Yepe (especial para ARGENPRESS.info)
Ahora que los estadounidenses han logrado darse un Presidente "diferente", algunos viejos conflictos comienzan a mostrar igualmente matices distintos.
La gigantesca cadena de tiendas Wal-Mart movilizó a todos sus administradores y supervisores departamentales en los Estados Unidos para prevenirles de que un triunfo del partido demócrata en las elecciones presidenciales de noviembre de 2008 implicaría inevitablemente la introducción de cambios en la legislación federal que harían más fácil la sindicalización en las compañías- incluyendo a Wal-Mart.
Este enorme consorcio es el mayor empleador privado de los Estados Unidos y se precia de no permitir la sindicalización de sus empleados en ninguna de sus tiendas y demás dependencias. En Wal-Mart labora un elevado número de inmigrantes, carentes de los más elementales derechos laborales y cívicos, según múltiples denuncias habitualmente ignoradas por la "gran" prensa.
Miles de administradores y jefes de departamentos en tiendas Wal-Mart fueron convocados a reuniones obligatorias en las que se enfatizaba en las consecuencias negativas que la sindicalización traería para los trabajadores de sus establecimientos.
Según un artículo titulado " Wal-Mart advierte sobre una victoria demócrata", que publicó el Wall Street Journal en su edición del primero de agosto de 2008, una docena de empleados de esa cadena de tiendas provenientes de siete distintos estados del país entrevistados por los periodistas Ann Zimmerman y Kris Maher, aseguraron que en las tiendas sindicalizadas los empleados tendrían que abonar pesadas cuotas sindicales sin obtener algo a cambio y se verían obligados a participar en huelgas sin recibir remuneración alguna, además de que se reducirían los puestos de trabajo debido al aumento que experimentarían los salarios.
Estas acciones por parte de Wal-Mart reflejan la preocupación creciente que embarga al sector de los grandes negocios en el país por una tendencia que advierten al resurgimiento del movimiento obrero como fuerza vital que amenaza revertir muchos años de declinación del sindicalismo en el país. Argumentan los directivos de Wal-Mart, que ello conduciría al incremente de las nóminas, salarios y gastos de protección humana y salud, para compañías que ya están siendo afectadas por la elevación de los precios de las materias primas y la compleja situación económica de la nación.
Los jefes de recursos humanos de Wal-Mart que dirigían las reuniones no indicaban directamente cómo votar en las elecciones de noviembre pero hacían ver que, votando por el candidato del partido demócrata, Barack Obama, estarían promoviendo el sindicalismo, según testimonios de los empleados de Wal-Mart participantes en las reuniones de Maryland, Missouri y otros estados que citan los periodistas.
"No les digo cómo deben votar, pero sepan que, si los demócratas ganan, aprobarán leyes que propicien la creación de los sindicatos y ustedes no serán invitados a pronunciarse en un sentido u otro"- dijo un supervisor de servicios de Wal-Mart en Missouri citado por los entrevistadores refiriéndose a la Ley de Libre Elección del Empleado (Employee Free Choice Act ) que los empresarios han rechazado por largo tiempo temiendo que signifique la incorporación de millones de nuevos miembros a los sindicatos.
Muchas otras compañías y organizaciones empresariales, en especial la Cámara de Comercio de los EEUU, han apoyado la cruzada de Wal-mart contra los sindicatos e invierten millones en campañas publicitarias y otras acciones "para la educación de los trabajadores acerca de los inconvenientes de esa ley y los peligros de la sindicalización en general".
Esta ley fue debatida en el congreso de los EEUU por primera vez en 2003 y, en 2007, recibió la aprobación de la Cámara de Representantes del Congreso, controlada por el partido demócrata, pero fue bloqueada por el Senado y frenada por una amenaza de veto presidencial del mandatario George W. Bush.
Se conoce que el Senador Barack Obama, ahora Presidente electo próximo a ocupar la Oficina Oval el 20 de enero, fue uno de los copatrocinadores del proyecto legislativo y, durante su campaña electoral, prometió que, si resultaba electo, la firmaría y convertiría en ley. Su oponente, Mc Cain, se opuso a ella en todo momento.
Pero se sabe igualmente que, aunque hace 12 años el 98% de los aportes de Wal-Mart para las campañas de uno u otro candidato presidencial fueron para el del Partido Republicano, tal proporción cambió a la luz de las mayores posibilidades de los demócratas en las más recientes elecciones en las que el consorcio aportó el 48% de su contribución general de 2.2 millones de dólares al Partido Demócrata y el 52% al Partido Republicano, no obstante estar librando la fuerte campaña contra Obama por intermedio del personal de dirección de toda su vasta red de tiendas.
noviembre 28, 2008
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