octubre 09, 2009

Un Milagro en el 2011

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Por Ramón Alberto Garza   /  Reporte Indigo
09 Oct 2009

El gobierno federal parece estar elevando más que oraciones para devolverle la fe al PAN en el 2012.
Muchos temen que los dineros de fideicomisos y "guardaditos" se estén reservando para levantar la economía un año antes de las elecciones en lo que se conocería como...
Un milagro en el 2011

El gobierno de Felipe Calderón podría estar creando las condiciones para generar en 2011 un milagro económico mexicano.

El disparador del crecimiento sería la aplicación de recursos extrapresupuestales -fideicomisos, mandatos, comisiones, reservas o "guardaditos"- que se acumularían en 2009, 2010 y 2011.

Todo con miras a propiciar el optimismo necesario para que el electorado recupere la fe perdida en el PAN y que los blanquiazules tengan la posibilidad de retener la Presidencia en 2012.

Al menos ésa es la tesis que evalúan algunos legisladores, economistas y analistas de distintas bancadas, quienes podrían exigir cuentas a la Secretaría de Hacienda en los próximos días.

La demanda sería para transparentar todos los fondos que no caen bajo el escrutinio del Congreso ni de la Auditoría Superior de la Federación, y cuyo monto total se desconoce.

EL MÉXICO CONGELADO

Las suspicacias se despertaron cuando, de súbito, el 4 de agosto de este año, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público emitió la circular 307-A-0770.

En este comunicado, dirigido a las oficialías mayores de todas las dependencias federales, se les demandaba que esa misma semana, a más tardar el viernes 7 de agosto, cerraran todos los compromisos presupuestales de 2009.

Y que los que no estuvieran registrados para el 31 de agosto, serían compromisos sin asignación presupuestal.

Más aún, se exigía a los responsables de las tesorerías de las distintas dependencias federales que reportaran los montos de los saldos que mantenían en chequeras hasta el 10 de agosto.

Más grave todavía, que las partidas no asignadas fueran devueltas a la Tesorería de la Federación, al igual que los saldos no ejercidos hasta el 18 de septiembre.

De facto, el gobierno federal estaba cerrando la llave del gasto ante la evidente contingencia de que no existían los recursos suficientes para hacer frente a los compromisos que se plantearon al arrancar el año.

Sin embargo, la pregunta que surgió de inmediato fue: ¿acaso de la noche a la mañana la Secretaría de Hacienda detectó el hoyo fiscal de los 374 mil millones de pesos? ¿Por qué no se dio una alerta temprana cuando el faltante apenas fuera en los 50 mil o los 100 mil millones de pesos?

Las respuestas a estos cuestionamientos sólo pueden ser dos.

I. DEL CATARRITO A LA NEUMONIA. Conociendo el talento económico en la Secretaría de Hacienda, no eran ignorantes de la magnitud de la crisis financiera que se vivía.

Simplemente, se les pidió que mantuvieran en reserva la fragilidad de las finanzas públicas hasta pasadas las elecciones del 5 de julio, para que la mala noticia no se reflejara en las urnas.

El hecho de que los electores conocieran la gravedad de las cuentas públicas y la urgencia de nuevos impuestos podría ser un factor que convenciera a los votantes de no dar su sufragio al partido en el poder, es decir, el PAN.

En pocas palabras, no alarmar al paciente. Mantener el diagnóstico del "catarrito", sin revelar ni por asomo que se trataba de una "neumonía" que nos postraría en cama por uno o dos años, con la exigencia de sacrificios fiscales.

Por eso, a casi un mes de las elecciones, la Secretaría de Hacienda impuso la alerta roja. Y no era sobre algo menor. Era el reconocimiento de un "hoyo fiscal" de 374 mil millones de pesos.

¿Que no se habían implementado medidas contracíclicas? ¿Que no había dicho el presidente que México tenía la receta para blindarse de la crisis mundial?

¿Acaso no hubo señales antes del 4 de agosto, cuando se congeló a México? ¿Nadie se enteró cuando el "hoyo fiscal" era de 50 mil o de 100 mil millones de pesos para implementar algo? ¿De pronto apareció el "hoyo fiscal" de 374 mil millones de pesos? ¿De la nada? Nadie lo cree.

II. DEL EMPLEO A LA POBREZA. Cuando el gobierno supo de la debacle electoral del 5 de julio, incluida la pérdida de gubernaturas que ya sentía en la bolsa -como las de Nuevo León, Querétaro y San Luis Potosí-, se encendieron las alertas políticas.

A pesar de la elevada aprobación presidencial, el rechazo al PAN fue evidente en las urnas. El camino para el regreso del PRI a Los Pinos en 2012 estaba pavimentado.

Y con la crisis económica empeorando, lo que se veía en el horizonte no era nada halagador.

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