Jenaro Villamil / Proceso
MÉXICO, D.F., 30 de septiembre (apro).- En la última sesión previa al inicio formal de la contienda de 2009, el Consejo General del Instituto Federal Electoral desahogó 53 expedientes, provenientes, la mayoría, de quejas del proceso electoral de 2006.
Las resoluciones más polémicas dejaron disgustados a los dos polos partidistas: al PRD, por la sanción de 57 millones de pesos por presuntas violaciones al Cofipe, durante el plantón de protesta en la avenida Reforma; y al PAN, por los 38 millones de multa por presuntas violaciones del expresidente Vicente Fox a la llamada "tregua navideña" de 2005. Al PRI sólo le correspondió una multa de 1.7 millones de pesos.
Los conocedores de la normatividad electoral consideran que estas sanciones pueden ser modificadas o francamente desechadas por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Sin embargo, la sesión maratónica de 14 horas cayó en discusiones tan bizantinas como hasta qué punto el IFE es el responsable del "buen comportamiento" de cada uno de los militantes de los partidos políticos.
Esta última sesión constituye una pérdida de energías y de tiempo. El IFE no tiene por qué adoptar funciones de agente vial de la Ciudad de México o de guardián de las tribunas del Congreso. Para eso existen las autoridades ejecutivas y reglas en los poderes legislativos. Lo peor es que se pretenden reglamentar de manera extemporánea las protestas ciudadanas por el desaseo electoral que, en buena medida, fue resultado de las omisiones del IFE, de la Fiscalía Especial para Delitos Electorales (Fepade) y del Tribunal Electoral.
Los verdaderos desafíos para la contienda de 2009 no están en el 2006, sino en lo que ya estamos viviendo en este año de brutalidad, de inseguridad y de permeabilidad del crimen organizado en la vida política y electoral del país.
Este mismo martes 30 de septiembre, durante la sesión de foros de análisis denominada "Elecciones y Libertad de Expresión en América Latina", el especialista colombiano, Jaime Abello, advirtió que el desafío principal será enfrentar la "guerra sucia permanente" que se hace desde la ilegalidad contra el sistema electoral y contra los ciudadanos. "No perdamos de vista la amenaza de la alianza entre la política local y la criminalidad", alertó Abello, director de la Fundación Iberoamericana de Nuevo Periodismo.
En Colombia podemos ver un peligroso espejo de lo que nos espera para el 2009. En ese país andino -atacado por el fuego cruzado de los paramilitares, los cárteles y la guerrilla-- se ha generado un fenómeno denominado "parapolítica", es decir, la creciente relación entre candidatos y grupos partidistas con el crimen organizado.
¿Cuáles son las respuestas del IFE y de la Fepade para enfrentar este desafío en los 300 distritos electorales que estarán en campaña federal durante el 2009? Esto es algo que no ha quedado claro ni existe certeza.
El otro desafío se dará en el terreno del periodismo y de la libertad de expresión. El periodismo de investigación, dedicado a escudriñar los pactos inconfesables entre candidatos y grupos criminales, será una de las víctimas principales del clima de "guerra sucia permanente" en la que estamos inmersos. ¿Qué garantías otorgarán los organismos electorales para aquellos medios y periodistas que investiguen sobre estos asuntos?
El IFE tampoco ha completado el llamado "nuevo modelo de comunicación política", derivado de la reforma constitucional en materia electoral de 2007. Los derechos de las audiencias no están claramente delimitados ni vinculados a la contienda electoral. El gran riesgo es que, a pesar de las prohibiciones legales, vivamos contiendas teñidas de acusaciones falsas, de campañas de pánico moral y de exceso de propaganda disfrazada de información para incidir en el electorado.
Se ha pretendido confundir la demanda de respeto a la libertad de expresión con la demanda de libre mercado en el terreno de la "dictadura del spot". Las televisoras y algunos de los comentaristas e intelectuales más cercanos a ellas han promovido sendos amparos contra las reformas legales por considerar que violentan la libertad de expresión.
El escritor Gabriel Zaid, en un notable artículo publicado en el periódico Reforma, el pasado domingo 28 de septiembre, nos recordó con meridiana claridad lo siguiente:
"La libertad de bombardeo (incluso comercial) debe estar reglamentada, sobre todo en las calles y en la televisión. No debe confundirse con la libertad de expresión. En la confrontación de ideas y de personas en un debate, gana el que convence. En el bombardeo, gana la repetición. La confrontación degenera en guerra de presupuestos, y abre la puerta al dinero del crimen".
Estos son los verdaderos desafíos para 2009, presentes desde ahora. Y el IFE aún se desvela pensando en cómo sancionar las protestas postelectorales de 2006.
Email: jenarovi@yahoo.com.mx
octubre 01, 2008
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