Premio nacional de la juventud

Mary Villagrana
El hecho que acaba de ocurrir en el palacio nacional donde se entregaba el Premio Nacional de la Juventud ha tenido un serio imparcto en la conciencia mexicana. Un joven de tan solo 18 años ha dado una muestra de civilidad en la que se atreve a enfrentar y "Tocar" una figura que es en tiempos de màximo poder prácticamente "intocable" .
Un joven que decide, racional y conscientemente; no producto de un exabrupto, una acción francamente decidida y sustentada en un pensamiento lógico, racional e ideoógico, no validar al presidente realmente espurio negándole el saludo y mantener su postura -aun despues de haber sido llevado por el Estado Mayor Presidencial y prácticamente ser secuestrado por una hora- ante la prensa y declarar sustentando su decisión en un discurso en el que reconoce la incongruencia de un individuo que promueve en el discurso la libertad, la democracia; valores de una sociedad justa cuyas autoridades deben ser ejemplo de ello. Cuando en la realidad han mostrado lo contrario y son ejemplo vivo, la encarnación viva de la falta de libertad y antidemocracia que caracterizan a nuestro país. Productos mismos de un acto por demás antidemocrático y de falta de libertades y de respeto a la decisión de millones de mexicacnos: el fraude electoral de 2006.
Personalmente creo que este joven nos manda una señal de que es hora de que, quienes se han mostrado pasivos, siendo testigos solamente de la barabarie que vivimos en la que los sueldos no alcanzan para satisfacer las necesides mínimas humanas y que los alimentos o bienes y servicios están para ser adquiridos solo por una minoría, en la que nuestros niños mueren por desnutrición y nuestros jóvenes en se sumen el desempleo y las desesperación, cuando no la drogadicción y la delincuencia como resultado de ls políticas erróneas de nuestros gobernantes que en lugar de dictarrnos lo que tenemos que hacer, o decirnos como debemos pensar, deben "mandar obedeciendo". Ellos deben estar a nuestro servicio, al servicio del pueblo. Es hora de unirnos en una misma lucha, por la dignidad de la sociedad mexicana. Alzemos la voz y acompañemos a quienes ya lo hacen. Anexo noticia abajo.
Saludos y un abrazo fraternal de su amiga Mary