mayo 08, 2009

35% de Muertes Infantiles, por desnutrición, a la que se disfraza de diarrea o neumonía

Por: Enrique Meza
http://www.proyectomeyalli.com/proyecto/pdfs/muertes_infantiles_por_desnutricion.pdf

"No existen en México datos completos sobre la desnutrición. Sin embargo, se puede decir que es un problema de alta magnitud, aunque no pueda establecerse el porcentaje".
El doctor Joaquín Cravioto -profesor y director científico del Instituto nacional de la Ciencias y Tecnología de la Salud del Niño-DIF, Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia. habla sobre la desnutrición en el país.
"En estudios controlados de niños en edad escolar de zonas rurales y en los primeros cuatro años de vida, el índice de desnutrición de tercer grado puede determinarse en 7.5 por ciento, aproximadamente la desnutrición de segundo grado, en 20. La de primer grado en 25. Esto significa que en el país, el 50 por ciento de la población infantil presenta desnutrición o tiene altos riesgos de verse afectada por ella. Esto es lo que puede afirmarse con datos. Sin embargo, la situación varía de región a región. Las frecuencias más altas se dan en la región centro-sur del país, donde hay cultura de maíz sin carne, sin leche, sin huevos, etc. No se puede ir más allá en las aseveraciones".

La mitad de los niños mexicanos menores de cuatro años, son desnutridos o con alto riesgo de desnutrición.
Pero esos datos no aparecen en las estadísticas.
"Actualmente se sabe bien que las muertes provocadas por la desnutrición se registran bajo otros rubros. Las estadísticas oficiales no mencionan la desnutrición como responsable de los fuertes porcentajes de mortalidad en los niños menores de 5 años. Entre otras razones, porque en la mayor parte de las regiones donde la desnutrición domina, prácticamente no existe el certificado médico de deceso y las personas encargadas del registro civil no registran el término desnutrición".
"En un gran número de niños afectados por desnutrición, la muerte viene por desórdenes en el metabolismo del agua y de los electrolitos, ligados a la diarrea, o sobrevienen a consecuencia de enfermedades
respiratorias. Por eso, aunque se hace un certificado de defunción. Se anota diarrea infecciosa o bronconeumonía, más bien que desnutrición"
Guatemala. Localidades donde la tasa de mortalidad es representativa de todo el país. Aproximadamente, 37 por ciento de todas las muertes infantiles antes de los 5 años están asociadas con la desnutrición severa. Sí se añaden todos los otros casos en que la desnutrición fue un factor importante, pero no la causa directa de la muerte, la desnutrición ha jugado un papel decisivo, por lo menos, en el 50 por ciento de las muertes en edad preescolar. Cravioto: "Son investigaciones que hemos hecho".
¿Cómo conocer la mortalidad debida directa o indirectamente a la desnutrición? Basta comparar las estadísticas de las muertes registradas con las estadísticas atribuidas a las mismas enfermedades y al mismo grupo de edad en las sociedades donde no existe la desnutrición como problema público.
El Doctor Cravioto ejemplifica: En México, en 1967, tasa de mortalidad preescolar, 9.2 %. En Estados Unidos, misma fecha, mismo grupo de edad, tasa 0.9 la diferencia de 8.3 por ciento es la que se debe a la desnutrición o está condicionada por ella.
Gran número de desnutridos logra sobrevivir. "Eso nos obliga a pensar en los efectos permanentes o pasajeros que la desnutrición puede causar en el crecimiento".
El doctor Cravioto reconoce "la carencia de información que existe sobre el potencial genético de los niños, la calidad del alimento. La atención médica, la morbilidad de los niños durante el periodo de su desnutrición y durante los años que siguen a su curación".
Sin embargo, "se han obtenido datos en diversos grupos 'étnicos peruanos, chilenos, africanos y mexicanos". Por ellos se sabe que los sobrevivientes a la desnutrición avanzada no alcanzan el peso, la talla y la maduración de los huesos que tienen los niños de las clases socioeconómicamente elevadas. Cuando la desnutrición se produce en el período inicial de la vida, basta que sea moderada y dure pocas semanas, para que afecte durante largo tiempo el crecimiento físico del niño".
Desórdenes en el desarrollo mental y en el aprendizaje del niño. "La primera etapa de estos desórdenes se caracteriza por una cierta indiferencia, tanto más sorprendente cuando los desórdenes del comportamiento son uno de los primeros síntomas de la desnutrición y el regreso a un comportamiento normal sería el mejor índice de una evolución favorable".
Cravioto: "La desnutrición no es fenómeno aislado ni casual. Es un aspecto de la privación socioeconómica. La mayor parte de los factores no nutricionales que la acompañan son capaces, inclusive solos, de influir en el desarrollo mental y en el aprendizaje del niño".
"El retraso en el desarrollo sicomotor de los desnutridos se interpretó simplemente como consecuencia de su clase socioeconómica. No se juzgo necesario estudiar específicamente el factor nutricional".
El doctor Cravioto lo estudió. "Puesto que estos estudios conciernen al sistema nervioso central, la evaluación exige observaciones continuas por un largo periodo. Basta recordar que las lesiones en el sistema nervioso central, que implican pérdidas importantes, pueden no manifestarse sino hasta la edad adulta, aunque hayan sido producidas en el nacimiento".
El doctor Cravioto investigó las relaciones entre desnutrición e inteligencia. Cuenta algunas de las investigaciones hechas. Las publicó en detalle en Revue Tiera Monde, Tomo XV No. 63, JulioSeptiembre de 1975, número dedicado a la "Nutrición humana y desarrollo económico y social", bajo la dirección de Henri Dupin, Presses Universitaires de France.
Sus conclusiones. "Una restricción alimentaria puede provocar modificaciones psicológicas y pobres niveles de ejecución mental. Si en adultos los efectos de la desnutrición son de carácter temporal, la investigación hecha en niños, organismos en desarrollo, muestra que la desnutrición grave en edad muy joven tiene consecuencias en el proceso de maduración bioquímica y en la talla del individuo muchos años después. Es improbable que el sistema nervioso central no participe en esa desaceleración del crecimiento y del desarrollo debida a la desnutrición.
"Investigaciones complejas confirman que la desnutrición en niños menores de seis años afecta la actividad intelectual y el desarrollo sicomotor y que difícilmente se recupera la deficiencia inicial'.
Estos datos se han confirmado con estudios clínicos sobre casos de marasmo en niños peruanos, chilenos, venezolanos, estadounidenses y
libaneses.
"Los niños curados de desnutrición severa durante su primer año de vida conservan, durante 3 años y medio, una ejecución mental inferior, aunque se les coloque en hogares muy estimulantes".
"En cuanto al desarrollo cognoscitivo del niño, los desnutridos mostraron niveles de ejecución netamente inferiores. Poseían aptitudes sistemáticamente reducidas".
"Si la desnutrición dura más de 4 meses y se da en el primer año de vida, el efecto sobre la actividad mental puede ser de una intensidad tal que produzca un retraso mental imborrable por ningún esfuerzo posterior".
"El consciente intelectual medio de los niños curados de desnutrición es inferior en 5 puntos al cociente medio de los niños sanos".
Los estudios fueron hechos en la India. Niños de 8 a 11 años que tuvieron desnutrición severa entre los 18 y 36 meses de edad. Por cada desnutrido se escogieron tres que no habían padecido desnutrición. Misma edad, misma región, mismas escuelas, mismo sexo, misma religión, misma casta, misma posición socioeconómica, misma dimensión de familia, mismas características clínicas de nacimiento, mismo nivel educativo de los padres. El nivel de actividad intelectual de los que habían sufrido desnutrición era inferior al nivel de los que no lo habían sufrido.
"Se han hecho estudios inclusive entre hermanos, unos que sufrieron desnutrición y otros que no la sufrieron, para que el resto de los factores sea lo más semejante posible. El resultado es siempre el mismo. Los que han sufrido desnutrición tienen desarrollo mental, cociente intelectual y nivel de actividad intelectual inferiores. La misma inferioridad se registra en las escalas de lenguaje y de actividad, en los niveles de aprendizaje y de competencia, de habilidad y de respuesta a los estímulos -como auditivos, visuales-, en la capacidad de integrar información en la lectura y en la escritura y aún en la aptitud para distinguir figuras simples expuestas a la vista, formas, ángulos, posición en el espacio. No se diga en materias como aritmética, ortografía, geometría".
El doctor Cravioto concluye: "Con todos los conocimientos de que hoy se dispone, se puede concluir que existe una relación estrecha entre la desnutrición proteino-calórica en el niño y el retraso en su desarrollo mental".
Pero advierte: "Es necesario subrayar que esa correlación no significa necesariamente la existencia de una relación causal -de causa a efecto- entre alimentación insuficiente y pobres aptitudes intelectuales. Hay que examinar dos posibilidades. La primera que la falta de alimentos repercuta directamente en el sistema nervioso central. El crecimiento cerebral en la primera edad es fundamentalmente un proceso de síntesis proteínica".
"La segunda que la desnutrición en los niños puede repercutir en retraso mental a través de tres mecanismos indirectos: retraso en el aprendizaje, interferencias durante los periodos críticos del aprendizaje, motivaciones y alteraciones de la personalidad".
"La desnutrición provoca apatía y por tanto, menor respuesta a los estímulos. De ahí, una disminución de intercambios entre el niño y los adultos que lo rodean. La apatía puede provocar desinterés en la madre. El debilitamiento de la interacción entre niño y adultos puede tener serias consecuencias para el aprendizaje y para las relaciones interpersonales del niño. Todo esto desemboca en bajos niveles de ejecución".
Es evidente que los sobrevivientes a la desnutrición grave "presentan una alteración en sus aptitudes y en su comportamiento intelectual, independientemente del hecho de que la desnutrición pueda causar o no retraso mental".
El doctor Cravioto ha hecho el largo recorrido de la desnutrición. Ahora apunta al corazón del problema.
"La presencia de niños desnutridos y de familias subalimentadas en una sociedad trastorna las normas de la moral. Crea situaciones que conducen a reconsiderar por completo los valores admitidos hasta el momento como base de la igualdad entre los individuos".
"La desnutrición no concierne a los niños enfermos, sino a los adultos y a los adolescentes bien alimentados. Esto puede constituir una verdadera tensión para la sociedad. Estas cuestiones y otras muchas plantean problemas importantes que merecen ser estudiados". (Enrique Meza).

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