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Oaxaca de Juárez.- Análisis epidemiológicos realizados en 53 países en vías de desarrollo (incluido México) indicaron que el 56% de las muertes de niños de 6 a 59 meses de edad se debe a la desnutrición.
La desnutrición y la muerte por la misma han sido objeto de estudio y análisis a lo largo y ancho del planeta. De ahí, que hoy en día se reconozca, por lo menos en los llamados países en desarrollo, que las desnutrición está relacionada con la mortalidad de los niños, la insuficiencia en el crecimiento de los mismos, así como el inadecuado desarrollo social y económico de las comunidades que habitan. Esta desnutrición es denominada proteico–calórica.
Análisis epidemiológicos realizados en 53 países en vías de desarrollo (incluido México) indicaron que el 56% de las muertes de niños de 6 a 59 meses de edad se debe a la desnutrición, potenciando efectos en enfermedades infecciosas. La desnutrición moderada representó el 83% de estas muertes.
Una pobre calidad nutricional está asociada a factores económicos (pobreza, desempleo y bajos salarios), sociales (abuso infantil, alcoholismo, drogas, abandono de niños, etc.), biológicos (desnutrición maternal antes y durante el embarazo) y ambientales (alta incidencia de enfermedades infecciosas: diarreas, SIDA, tuberculosis y otras infecciones). De igual forma dietas con baja concentración de proteínas y ricas en carbohidratos pueden degenerar en desnutrición. En función al daño causado en la salud y desarrollo físico de las personas se reconoce la existencia de tres tipos de desnutrición proteico-calórica, las cuales son: severa, moderada y medianamente moderada.
De acuerdo con las cifras puestas a disposición por la Secretaría de Salud mediante el “Sistema Nacional de Información en Salud” y que pueden ser consultadas en su sitio sinais.salud.gob.mx, la cantidad de personas fallecidas en el Estado de Oaxaca durante los años 2005, 2006 y 2007 -todavía están pendientes de integrarse las cifras definitivas correspondientes a 2008- suma la cantidad 1,888 personas. Peor aún, durante el primer trienio de Ulises Ruiz murieron por desnutrición 1.7 oaxaqueños en promedio cada día. He aquí la verdadera realidad de la efectividad de los programas de combate a la pobreza y marginación implementados por el actual gobierno del estado, mismos que solo sirven para mantener una clientela cautiva con fines electorales, pero que no han hecho absolutamente nada por combatir en serio la pobreza. Miren amigos lectores, permítanme repetir la cifra porque no estamos hablando de un asunto menor, durante el sexenio de Ulises Ruiz han muerto 1,888 oaxaqueños a causa de la desnutrición, más lo que se acumule en lo que aún falta de su gobierno. Las muertes por desnutrición son muertes que pudieron haberse evitado, por lo que me pregunto ¿qué justifica que una hermana o hermano oaxaqueño muera de desnutrición hoy en día? ¿En dónde han quedado el discurso y las cifras alegres de los informes de gobierno ante semejante realidad?
En el año 2005 la cantidad de muertos por desnutrición fue de 598 personas, correspondiendo el 45% de estas muertes a hombres y el 55% a mujeres. Para el año 2006 el número de fallecidos por desnutrición llegó a 550; es decir se tuvo una reducción del 8% en este tipo de muertes, para ese año la proporción fue de 48% hombres y 52% mujeres. Sin embargo, en el año 2007 la cifra de muertos por desnutrición se dispara hasta alcanzar un total de 740 personas; es decir, se incrementó un 35% por ciento con respecto a 2006 y un 24% con respecto a 2005. En otras palabras, como casi todas las cosas que han sucedido en el sexenio de Ulises Ruiz también en este asunto hemos ido para atrás, como el cangrejo. A nivel de género la proporción de muertos en 2007 fue de 46% para hombres y 54% para mujeres. En promedio, la proporción de muertes por desnutrición en el sexenio del llamado “Desarrollo Sustentable” es de un 46% para hombres y de un 54% para mujeres, esto es, una diferencia de porcentual de 8 puntos.
En lo personal, del total de muertes acaecidas por motivos de la desnutrición me indigna saber que el 52% de las mismas se debieron a desnutrición severa, el 9% a desnutrición moderada y un 38% de los decesos fue clasificado como desnutrición, sin que se precisara por el personal médico el grado de severidad de la misma. Dicho de otra forma, nuestros paisanos están muriendo principalmente por desnutrición en grado severo. Por ello me pregunto ¿tienen algo que festejar el Gobernador y sus funcionarios responsables de atender este tipo de problemas?
Las muertes por desnutrición son una realidad que nos golpea en todo el Estado, no es algo que pensemos es exclusivo de las regiones más alejadas de la entidad: En la jurisdicción sanitaria de Valles Centrales es donde se ha registrado en estos años el mayor número de muertes, con un 35% del total de los decesos (665 casos), le sigue en gravedad la jurisdicción sanitaria de la Mixteca con el 22% de decesos (421 casos), la jurisdicción de la Sierra acumula el 15% del total (279 casos), la jurisdicción del Istmo representa el 11% de los hechos (215 casos), la jurisdicción sanitaria de la Costa nos significa el 9% de las muertes (169 casos) y finalmente la región de Tuxtepec suma el 7% de los fallecidos (139 casos).
Lo vuelvo a remarcar, la muerte por desnutrición es una muerte que pudo haber sido evitada, pero en los albores del siglo XXI en Oaxaca la corrupción y la incompetencia para gobernar cuestan vidas, las cuales lamentablemente no son pocas. El máximo logro del gobernador Ulises Ruiz en materia de Salud y de combate a la pobreza extrema, pareciera ser la construcción de su Hospital particular por 1,500 millones de pesos en la Ciudad de México. Y sin embargo, aún así, el titular del ejecutivo local tiene el cinismo de decir que hay avances en el ramo. ¿Se habrán dado cuenta alguna vez de la forma en que los miran los familiares de todos aquellos a los que en estos años se les murió alguien por hambre por desnutrición?
Oaxaca y su grandioso pueblo no se merecen la pobreza que induce a la desnutrición y que está terminando hoy en día con la vida de centenares de paisanos. Nadie merece morir de esta forma en un estado tan rico y desgraciadamente tan saqueado. Ojalá que muy pronto, a la hora de votar, hagamos lo que nos toca para que las cosas pronto cambien en Oaxaca.
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