po Isabel Dorado Auz
Como se recordará, la semana pasada nos reunimos representantes de varias organizaciones sociales para expresar nuestra inconformidad en torno a la destrucción de áreas verdes que pretende implementar el gobierno municipal avalado, entendemos, por el gobierno del estado. Así que el pasado miércoles 13 de octubre decidimos solicitar audiencia con el alcalde con la intención de hacerle algunas preguntas respecto a ese “progreso de concreto” al que le está invirtiendo todas sus energías.
Podría pensarse que acorde al slogan de campaña que utilizó el panismo en la campaña electoral uno encontraría nuevas formas de atender los reclamos sociales, si en realidad se estuviera pensando en un “nuevo Sonora”. El problema es que nos seguimos enfrentando a las mismas actitudes, a pesar de la transición del priismo boursista a la nueva administración panista. Por ejemplo, la funcionaria que nos recibió nuestra petición por escrito, Brenda Coronado, nos informó que a más tardar el viernes 15 nos diría cuando nos recibiría el alcalde, cosa que no sucedió y después de una llamada telefónica por la mañana del Lunes 18 aseguró que para la tarde del mismo día tendríamos la respuesta. Una vez más, no sucedió tal cosa, lo cual me hizo recordar la cantidad de vueltas, que en un principio nos hicieron dar en el gobierno de Eduardo Bours cuando solicitábamos información en torno a la destrucción del Parque de Villa de Seris.
Vemos pues la misma insensibilidad y una buena dosis de soberbia en el alcalde municipal. No sabemos, sin embargo, si tal actitud perdurará el resto del trienio en consonancia con la actitud asumida por el soberbio de Eduardo Bours, o bien solo está ganando tiempo para continuar con su labor de desaparición de áreas verdes. Es importante la audiencia porque, como parte de la sociedad, estamos interesados en preguntarle al alcalde, entre otras cosas: Si está enterado que Hermosillo tiene un déficit de 50% en áreas verdes; si ya tiene los estudios de impacto ambiental a la mano para justificar el ecocidio o, como Eduardo Bours, solo vamos a tener acceso a ellos una vez consumada la destrucción de las áreas verdes; también es importante preguntarle a quién consultó para llevar a cabo dichas obras, a la sociedad hermosillense o a las élites de poder económico del municipio o realmente fue una decisión “personal”; Sabe Javier Gándara el impacto ambiental que tendrán las acciones que está emprendiendo; y finalmente, como justifica el alcalde, la construcción de un centro acuícola experimental en una ciudad que carece del vital líquido.
Hay muchas más preguntas que formular y, como parte de la sociedad hermosillense tenemos derecho a conocer cuáles son las respuestas del alcalde, respuestas que no solo nos conciernen a nosotros en lo particular, sino que son respuestas que la sociedad hermosillense debe conocer a cabalidad. Por lo tanto, aprovechando este espacio, invito a mis lectores a que se sumen a esta lucha por preservar los pocos espacios verdes que aún nos quedan. No permitamos que nos sigan despojando de los espacios que contribuyen a que la contaminación del aire sea menos pesada. Recuerden que esta lucha necesariamente es para heredar a nuestros hijos un ambiente más habitable y que lo que dejemos de hacer hoy, nos será reclamado en un futuro cercano por los seres a quienes más queremos.
Ante un gobierno insensible, es menester la sensibilidad nuestra, uniendo esfuerzos podemos frenar esta forma tan irresponsable de concebir al “progreso”, donde es más importante la circulación vehicular que una buena circulación sanguínea en el interior de nuestros cuerpos.
octubre 20, 2010
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