Pedro Echeverría V.
La verdad nos hará libres, pero ¿cuál verdad?
1. Marx, según uno de sus discípulos, dijo alguna vez que la verdad puede incluso venir de la boca del carnicero. Obviamente se refería a los asesinos no a los expendedores de carne en los mercados y lo decía llamándonos a escuchar bien lo que se dice a pesar de que quien lo diga estuviera muy desprestigiado. Carlos Ahumada, quien acaba de publicar su libro donde (sin querer) reconfirma las denuncias que López Obrador hizo hace cuatro años, es un gran delincuente que narra toda su asociación y tropelías con otros delincuentes igual o mucho mayores que él. ¿Cómo es posible que sepamos, por denuncias de AMLO (ahora reconfirmadas por Ahumada), que los tres poderes en México están en manos de la delincuencia política y todavía pensemos en votar?
2. Si los carniceros Hitler, Pinochet, Reagan, Clinton y los Bush nos contaran sobre “lo mucho que hicieron para ayudar a los pueblos de América Latina” no les creeríamos porque sería muy evidente la falsedad; pero si –por el contrario- nos contaran con objetividad cómo y con quiénes se asociaron para realizar invasiones y bombardeos a decenas de países, pensaríamos que dicen la verdad. Si Ahumada nos contara que fue muy bondadoso con los que hicieron negocios con él no le creeríamos, pero si nos aporta con pelos y señales sobre las alianzas que hizo con sus compañeros delincuentes como complot (de sobra conocidos como delincuentes) no solo le creemos sino que pedimos que nos aporte más.
3. ¿Cómo mandar olímpicamente al basurero el libro de Ahumada si lo que nos narra es la verdad anunciada hace cuatro años? ¿Puede un salinista como Carreño Carlón, por más piruetas de su discurso periodístico, negar que su jefe negoció con Fox los videos que compró a Ahumada, la liberación de su hermano, un gran desfalcador de la economía y presunto asesino de su excusado y otros más? ¿Puede negarse que el abogado Fernández de Cevallos es un hampón que se ha valido de los cargos políticos para litigar en beneficio de grandes propietarios de inmuebles, de banqueros y demás delincuentes? ¿Y qué decir de un presidente como Fox que, usando al sistema corrupto de justicia, ha bloqueado todas las investigaciones sobre su gobierno y sus familiares?
4. Ahumada es un delincuente de alta categoría, pero no es mayor que sus aliados políticos del PAN y del PRI, así como y de los medios de información mexicanos. Cuando este personaje hizo los videos y los vendió a Salinas y a Fox para destruir a López Obrador y su brazos políticos (Bejarano e Ímaz) la TV y la radio dedicaron casi 24 horas del día para difundir los videos, para aplaudir a Ahumada y buscar enterrar a López Obrador; hoy que aparece “la segunda parte”, es decir, como se hicieron los videos, quién pagó por ellos y cómo se difundieron, los verdaderos delincuentes callan y los medios de información (Televisa, TV Azteca y Radio Fórmula) buscan silenciarlo porque demuestran que el Estado, el gobierno y los partidos son basura putrefacta.
5. ¿Puede negarse acaso que la Robles –que viajaba constantemente en el avión de Ahumada, que acompañaba a éste en sus visitas a la casa de Salinas y a Lazarito en Michoacán- tuvo que ver con los videos? No debe olvidarse que la baja lucha interna en el PRD existe desde que nació ese partido. Si bien el grupo Bejarano/Imaz no formaron parte nunca de los orteguistas, sí pertenecieron a la corriente Cárdenas/Robles/López Obrador; pero a partir de la candidatura de AMLO al gobierno del DF, los campos comenzaron a redefinirse. Los Cárdenas/Robles/Ortega/Amalia, con argumentos diversos se opusieron a López Obrador, Bejarano, Batres, y Encinas. Las posiciones de AMLO y aliados se fueron alejando de la burocracia del PRD y sus grupos de presión.
6. Las llamadas tribus del PRD vieron con alegría y contribuyeron al desplome rápido de Bejarano que, además de tener la mayor fuerza del DF, era pilar esencial del lópezobradorismo y de la asamblea de representantes; al mismo tiempo que Imaz había sido presidente del PRD en el DF y delegado. ¿Hasta qué grado la Robles, de acuerdo con su enamorado Ahumada, programó que Bejarano e Imaz (enemigos políticos internos) fueran a recoger dinero para campañas y fueran filmados? No cabe la menor duda que el poder (cualquier tipo de poder) corrompe y el gran poder corrompe mucho más. (Conocí a la honesta Rosario en las aulas de la facultad de economía de la UNAM y luego participando juntos en el Sindicato de Personal Académico de la UNAM) Ni modo)
7. Para nadie es un secreto lo que hoy Ahumada plasma en su libro. Del complot lo supimos desde el momento que se presentaron los primeros videos presentados en la TV por hampones del PAN y comentados durante meses las 24 horas del día por la radio. Si alguien tuviera un video de los turbios negocios de Televisa, TV Azteca y sus principales personajes, de las borracheras, engaños y demás malas acciones de los Azcárraga, Salinas Pliego, López Dóriga, etcétera, ¿quién los pasaría por TV o los comentaría en la radio? El famoso complot denunciado por AMLO nunca fue puesto en duda. Los mismos actores, como Fernández de Cevallos y Fox, lo aceptaron hace cuatro años a medias y hasta el mínimo razonamiento llevaba al encuentro de esos políticos.
8. La revista Proceso de esta semana contiene muchos materiales sobre el libro de Ahumada. ¿Puede olvidarse acaso que el gobierno de Fox, los panistas y los priístas, así como los medios informativos, trataban de silenciar el discurso de López Obrador que buscaba el origen de las cosas? ¿Que le exigían a AMLO que no buscara a quienes estaban tras el escándalo y que sólo reconociera la corrupción de Bejarano, Imaz y de su propio gobierno? Pero desde 2004, día tras día, la teoría del complot se hizo realidad. Por más que el expresidente Salinas, el hampón Cevallos y el presidente Fox buscaban esconder los rastros de sus reuniones, entrevistas y arreglos, todo se hacía evidente. Ahumada, con su libro sólo viene a confirmar lo dicho y a dar más datos al respecto.
9. México, se demuestra una vez más con el libro de Ahumada, es uno de los países más corruptos del universo. Los tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) a los que se suman el de los medios y el electoral, sólo sirven a los intereses de los ricos explotadores. Con excepción de los luchadores sociales que batallan en las calles, fábricas, campos, barrios y escuelas, casi no existe político alguno que se le pueda creer. Los panistas y los priístas, junto a los poderosos empresarios explotadores, son nuestros enemigos históricos, pero también en la llamada centro izquierda, que en un tiempo creímos honestos, crece aceleradamente una fuerza sólo interesada en cargos públicos y dinero. Ahumada es un poderoso delincuente pero incomparablemente menor de los políticos en el poder.
pedroe@cablered.net.mx
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