En el mes de octubre el gobierno mexicano aprobó solicitudes de las compañías de biotecnología estadounidenses Monsanto, Dow Agrosciences y Pioneer para siembras "experimentales" de maíz transgénico. Las siembras aprobadas, que abarcarán un total de 120 mil metros cuadrados, serían ubicadas en los estados de Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Chihuahua. Actualmente también buscan aprobación para sembrar en Jalisco, Cohauila y Durango.
Esta acción pone fin a la moratoria contra la siembra de maíz transgénico que regía en el país desde hacía 10 años. Tal moratoria había sido establecida en respuesta al reclamo de científicos y ambientalistas, quienes advertían que siendo México centro de origen y diversidad del maíz, el polen de maíz transgénico podría contaminar este cultivo de manera irreversible. Desde 2001 se ha documentado la presencia subreprticia e ilegal de maíz transgénico en México. El consenso entre expertos es que esta contaminación se debe a las importaciones de maíz estadounidense, que aumentaron de manera masiva debido al Tratado de Libre Comercio de Norteamérica.
Esta aprobación ha causado airadas protestas de variadísimos sectores, desde académicos y científicos hasta campesinos, indígenas y ambientalistas. El diario mexicano La Jornada reporta que en Chihuahua agrupaciones ambientalistas, campesinas e indígenas han anunciado que no permitirán la siembra de maíz transgénico y que destruirán las siembras de ser necesario. En otras partes del país ha habido protestas a nivel local, y se planean más acciones.
Según Silvia Ribeiro, investigadora del Grupo ETC, la aprobación se dio en violación de la ley de bioseguridad del país, la cual es de por sí extremadamente favorable a la industria de biotecnología: "Todo el proceso ha estado plagado de irregularidades, incluso dentro del marco que exige la limitada ley de bioseguridad... en la consulta pública sobre las solicitudes de experimentación, el gobierno ignoró la vasta mayoría de opiniones técnicas, científicas y de muchísimas organizaciones sociales y ciudadanos, porque eran críticas a la liberación."
Añade Ribeiro que "tampoco tomó en cuenta la gran cantidad de opiniones, protestas, cartas firmadas por amplios sectores de la sociedad mexicana e internacional, las denuncias, manifestaciones e interminable cantidad de razones presentadas continuamente desde hace una década, argumentando sólidamente y desde una gran variedad de perspectivas—científicas, económicas, políticas, sociales, culturales, históricas, geográficas—contra la liberación de maíz transgénico en México."
"La introducción de maíz transgénico al campo mexicano dará el tiro de gracia a nuestra independencia alimentaria, pues volverá a nuestros productores de maíz dependientes de empresas como Monsanto", denunció Aleira Lara, quien coordina la campaña de Greenpeace contra los transgénicos. "Los trabajadores del campo serán demandados por esas empresas cuando sus campos sean contaminados y ningún productor podrá volver a sembrar su semilla, como lo hacen hasta ahora, pues tendrá que pagar regalías a las corporaciones para volver a sembrar. ¿A qué intereses está respondiendo el gobierno de México? Evidentemente, que a los del pueblo y a los de la nación, no".
La Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad hizo un llamado al presidente de la república Felipe Calderón en contra del maíz transgénico, firmado por sobre 700 distinguidos científicos y académicos nacionales e internacionales, incluyendo expertos, intelectuales y artistas de campos como la biología, biotecnología, agronomía y ecología, hasta las humanidades, las ciencias sociales, antropología, economía, bioseguridad, política y derecho. "Este año, usted tiene la responsabilidad histórica de prevenir el daño irreversible a uno de los más valiosos recursos naturales del mundo: la diversidad del maíz mexicano", dice el párrafo inicial del documento.
"Estamos convencidos, con base en el conocimiento que tenemos de la evidencia científica disponible, de que esta decisión representa un riesgo desproporcionado e innecesario, que debe evitarse a toda costa por el bien de México y del mundo. Unidos por el compromiso ético, ampliamente fundamentado, de preservar este recurso para la humanidad, exigimos que su administración tome medidas drásticas que garanticen que ningún tipo de maíz transgénico se siembre en México, el centro de origen y diversidad de este importante alimento."
Con respecto al asunto de la contaminación genética, afirma la declaración que los efectos "de la introducción de transgenes al germoplasma del maíz—herencia botánica custodiada por los campesinos e indígenas en México—podrían ser irreversibles y progresivos, debido a la acumulación paulatina de transgenes en este germoplasma. Ello indudablemente significa que la responsabilidad que se tiene sobre este asunto trascienda como nunca antes a las generaciones venideras." www.ecoportal.net
Referencias:
Ribeiro, Silvia. "Ilegal e Inmoral, Pero no Impune". La Jornada, 7 de noviembre 2009.
Ribeiro, Silvia. "Maicidio Racista". La Jornada, 24 de octubre 2009.
Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad. "Extrañamiento Dirigido al Presidente de la República Mexicana".
http://www.unionccs.net/article.php?story=extraamiento-presidentedelarepublicamex.
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