Reflexiones del XII Congreso Nacional el PRD

José A. Ríos Rojo

Lunes 14 de diciembre de 2009

Perredistas. Ganar y defender elecciones. Compartimos Gabriel Santos y yo algunas reflexiones sobre el XII Congreso Nacional del PRD en Oaxtepec, Morelos, las cuales escribo en este artículo esperando que ayuden a que el debate continúe: 1) Las corrientes políticas internas del PRD buscaron las convergencias de posiciones y la construcción de acuerdos, sin descalificar absolutamente las posiciones ajenas. Ninguna corriente o línea política de las propuestas originalmente pudo por sí sola obtener el voto mayoritario del partido, ni puedo imponerse a otra. 2) No salieron adelante ni aprobadas las tesis más importantes de Nueva Izquierda de que era necesario transformar el PRD en un Partido-Frente que sólo compartiera y actuara unido en lo que estuviera de acuerdo y en lo que no, actuaría cada parte por su lado. Lo que se alcanzó es reorganizar y ajustar las normas de funcionamiento y decisión. 3) Tampoco sale adelante la posición de Nueva Izquierda de aceptar la eventualidad de alianzas locales, municipales y/o estatales, con el PRI y el PAN. Los requisitos aprobados para las alianzas son tales que, de darse, significarían que la alianza sería dirigida, controlada y orientada por el PRD y una política de izquierda. 4) Las negociaciones de Nueva Izquierda con Izquierda Democrática Nacional (Bejarano) lograron que se silenciaran las presiones para destituir o hacer renunciar de inmediato o en un plazo determinado a Jesús Ortega como presidente nacional del PRD. Se le deja que durante las elecciones locales de 2010 y el proceso de “seccionalización” y reafiliación/nuevopadrón electoral perredista, mediante un pacto de refuncionalización de la dirección colectiva. Se rumora que además, casi ganó la adscripción o, por lo menos, el trato cordial con IDN, la corriente históricamente más antagónica con NI. Se inicia una nueva relación entre dos corrientes que fueron antagónicas, la de NI (liderada por Jesús Ortega) y la de IDN (por René Bejarano). ¡Que Dios nos agarre confesados! 5) Andrés Manuel López Obrador tampoco impuso su línea en el Congreso: Hace declaraciones de fe y de afiliación perredista, no insiste en descalificaciones, pero critica la posibilidad de alianzas con el PRI y el PAN. Frena a sus cuadros partidarios y disminuye agresividad frente a sus adversarios partidarios. Silencio sobre el caso Iztapalapa. 6) Contra los augurios, el PRD no sale dividido del Congreso, y eso no es cualquier cosa. Se gana en: estabilidad interna de su dirección nacional y se pospone para principios del 2010 la ruta crítica de implementación de los acuerdos orgánicos. La toma de decisiones se hará más colectiva al desaparecer la Comisión Política y reconstruirse el CEN de acuerdo con la nueva correlación de fuerzas internas y la austeridad necesaria. La seccionalización del partido, de lograrse, será un gran éxito y fortalecerá presencia, estructura, campaña y defensa electoral y promoverá nuevos liderazgos. Disminución del déficit presupuestal y el crecimiento de su deuda por disminución burocrática y de personal de corrientes con cargo a nómina partidaria. 7) El estatuto pasa de 56 artículos más 4 transitorios a 310 artículos más otros abundantes transitorios. Manejarlos exigirá una “especialidad” en una escuela de derecho. Se aprueba una nueva estructura de organización a partir de las secciones electorales. Esto será fundamental para mantenerse ligado a la cotidianidad de la sociedad, para ganar y defender elecciones y para ligar grandes liderazgos a la vida del partido. Disminuye la estructura de dirección y burocrática. Menor carga económica. Se introducen algunos controles y límites a las corrientes. Se fortalece la formación política y la capacitación en administración pública. Se flexibiliza la posibilidad de elecciones internas indirectas. En conclusión: se mantiene el interés de discusión de los delegados congresuales más en las reglas partidarias que en discutir sobre el desarrollo de los principios y el programa. En estos documentos se lograron fácil acuerdo y tolerancia. También fue menor que en el Estatuto la cantidad de delegados en la discusión de línea política, total, las decisiones se tomaban por aparte en una mesa de dirigentes de corriente, que en la de Estatuto que aglutinó de 2/3 a ¾ de los delegados. Lamentable fue la ausencia de personalidades como Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador y de la mayoría de los gobernadores afiliados o cercanos al PRD.