agosto 13, 2009

¿Se libera Japón de la globalización y adopta la multipolaridad?

Alfredo Jalife-Rahme

Bajo la lupa


No es un escenario descabellado: el 30 de agosto se puede gestar un nuevo equilibrio mundial en el noreste asiático en favor de China y en detrimento de EU, si el Partido Democrático de oposición japonés gana las elecciones, como apuntan los sondeos, lo cual pondría fin a la hegemonía del partido único, el Democrático Liberal, totalmente sometido a los designios unilaterales de EU.

Cuatro días después del aniversario del lanzamiento de la bomba nuclear de Hiroshima, Yukio Hatoyama(YH), líder del Partido Democrático, quien puede escribir la epopeya de la nueva historia asiática, arrojó su bomba atómica conceptual al fustigar el “fundamentalismo del mercado dirigido por EU” y su “globalización sin límites”, en un ensayo en la revista nipona Voces que resume The Financial Times (“El Líder del Partido Democrático de Japón Ataca la Globalización Liderada por EU”; Mure Dickie; 10.8.09), portavoz del neoliberalismo global neoliberal que no oculta su estupor.
YH aduce que en el marco del “fin del unilateralismo de EU y la creciente preocupación sobre el papel del dólar”, Japón “debe también (sic) trabajar por una unión regional de divisas y una integración(¡súper-sic!) política” mediante “una comunidad del este de Asia”.
La “unión regional de divisas”, propuesta por el audaz YH, epitomiza las tendencias globales que hemos detectado en la “regionalización de las divisas”, como reflejo del incipiente nuevo orden multipolar, lo cual anticipamos en nuestro libro “Hacia la Desglobalización”(Ed.Jorale/Orfila 2007).
El Japón liberado de los grilletes de la doble ocupación anglosajona (militar y financiera) no será el mismo durante la tercera cumbre del G-20 de septiembre en Pittsburg, que el emasculado “Japón neoliberal” de la primera y segunda cumbre, respectivamente de Washington y Londres, donde el partido gobernante nipón, el Partido Liberal (el “PAN de Japón”), selló en forma suicida la suerte del yen al desfalleciente dólar y en contra de la multipolaridad de las divisas, en particular, del euro y el BRIC (Brasil, Rusia, India y China).

Pese al entreguismo claudicante del Partido Liberal, como consecuencia del “efecto Dragón” de 1997 (que hoy se sabe fue instigado por la CIA y su agente global, el megaespeculador “filántropo” George Soros), Japón, país ocupado desde hace 64 años por EU (ver Bajo la Lupa; 9.8.09), se había posicionado desde hace diez años en el “Grupo de Chiang Mai”, con enfoque financierista, donde cohabitan los tres gigantes regionales del noreste asiático(China, Japón y Sud-Corea) y las diez naciones del sudeste asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés).
Más por una realista necesidad imperativa que por idealismo celestial y/o empatía hedonista, la integración geoeconómica y geofinanciera, encabezada por los tres gigantes del noreste asiático con sus pletóricas reservas (US $3.4 millones de millones!: el 40 �el total mundial!), será menos difícil que la “integración política” de todo el Este que incluya al sudeste.
YH basa su temeraria cruzada política en la “filosofía de la fraternidad”(“Yuai”), que define como “un sólido concepto combativo” y la “bandera de una revolución”, del que se burlan sin piedad sus adversarios políticos muy cortos de ideas y acostumbrados a recibir órdenes de EU.
La “filosofía del Yuai”(la fraternidad) es sencillamente maravillosa y la aprobamos sin recato: ”No implementaremos políticas que abandonen a las olas de la globalización las actividades económicas en áreas vinculadas a las vidas (sic) y a la seguridad humanas, como la agricultura, el medio ambiente y la medicina”, lo que obliga a “a la redistribución (¡súper-sic!) de la riqueza, a un mejor bienestar social, y a un mayor apoyo a los niños”.
Hacía mucho que no escuchábamos el término “revolución”, menos procedente de los confines asiáticos, ya no se diga de Japón, que los insensatos neoliberales anglosajones pretendieron haber sepultado, pero que no se percataron de haber contribuido en su resurrección cíclica.
No vivimos una vulgar “crisis”, sino el finiquito del paradigma neoliberal, concomitante a la decadencia ineluctable de EU, lo cual obliga a la creación de nuevos paradigmas (r)evolucionarios.
Esto lo entienden los estadistas visionarios como YH (características de las que carecen los mediocres neoliberales con su séquito de bien amamantados seudo-intelectuales de México, Colombia, Perú y Chile, para citar a los más conspicuos de nuestra geografía) quien aduce que la economía global “dañó las actividades tradicionales económicas”, mientras el “fundamentalismo de mercado destruyó a las comunidades locales”, con una crítica específica a la privatización del sistema postal (un icono del ahorro nacional) desmantelado insensatamente por el fanático neoliberal , el anterior primer ministro, Junichiro Koizumi (el “Zedillo nipón”, pero sin un Acteal ni un Aguas Blancas en su conciencia).
The Financial Times, experto en la balcanización ajena, abulta la intrínseca “fractura” interna del Partido Democrático, lo que dificultará implementar “la filosofía del Yuai” que promete “devolver el poder local a sus provincias”.
En contrapunto a “la teoría del ministerio de Finanzas”, que incrementa los impuestos y guillotina con recortes al bienestar social, el propósito de YH consistirá en “reformar a la burocracia, recapturar la confianza en el sistema de pensiones y otorgar autonomía fiscal a las provincias” que, en su conjunto, pasan por “la reconstrucción del sistema político de Japón”.
Cita el ejemplo a imitar de la integración de la Unión Europea (pocos países masoquistas del planeta desean seguir el ejemplo del calamitoso ASPAN donde el “México neoliberal” y, en menor medida Canadá, resultaron los grandes perdedores frente a la fagocitosis de EU) que resolvió creativamente las disputas territoriales, por lo que urgió “acelerar la integración regional” cuando “China ha incrementado su gasto militar”.
Temerario conceptualmente, pero precavido en materia de seguridad, YH no se arriesga en indisponer a EU quien todavía constituye “la piedra de toque de la diplomacia” nipona, lo cual no obsta para que entienda perfectamente la fase de decadencia de la unipolaridad de EU, por lo que se pronuncia sin ambages por la multipolaridad, en especial, por un acercamiento regional con China y Sud-Corea: ”como resultado de la guerra en Irak y la crisis financiera, la era de la globalización liderada por EU se acerca a su fin, por lo que el mundo se aleja de la unipolaridad de EU hacia la era multipolar”.Ni más ni menos que la tesis expresada dos años antes en nuestro libro agotado “El Fin de una Era: Turbulencias en la Globalización”(Libros del Zorzal; Buenos Aires; 2007).
El probable triunfo de YH marcará uno de los hitos históricos de la construcción del nuevo orden multipolar del siglo 21.

0 comentarios: