Por Silverio De la Mora.
En días pasados escribía un articulo "Capacidad de asombro" y concluía que ésta no debe claudicar, así venceremos a los que poseen el monopolio de las mentiras y la crueldad.
El próximo pasado martes 8, escuchaba la estación Radio Tecnológico como es usual. Es la única estación de radio cultural, muy conservadora -cosa que discrepo- pero en general aceptable si la comparamos con la mayoría en la ciudad que la intención es todo lo contrario al cultivo del espíritu del género humano.
Me llamó la atención porque el reportero de "calle" el señor Cueva Pelayo, ese día estaba personalmente para presentar a la sociedad un problema "grueso". Usualmente le apago al reportaje del señor Cueva en virtud que al referirse a las personalidades académicas del Tec –casa donde estudié la preparatoria- cae en el panigerísmo siempre, sea dicho con todo respeto.
Ésta ocasión, se trataba del caso de Javier Piña Zavala, preso en el penal de La Mesa en Tijuana desde hace dos meses.
Resulta, platicaban los que allí se presentaron amig@s y familia del detenido estudiante de arquitectura del quinto semestre;
1.- En una colonia de Tijuana (no recuerdo cual dijeron pero debió ser una de esas donde la "seguridad publica" es vacua) iba el padre de Javier y Javier por una calle donde se encontraron cerrada ésta con piedras.
2.- El padre bajo del auto a despejar el camino.
3.- En ese momento –dicen los visitantes a la radio- salieron "malandros" a atacar al padre de Javier aprovechando que el hombre estaba fuera del auto. Se armó la defensa con golpes en tal agresión (de que otra manera podía defenderse).
4.- Javier, al ver a su padre que estaba siendo agredido por los presuntos maleantes baja del auto a defender a su progenitor y en defensa de éste y de la suya propia, y en algún momento salieron perdiendo los malandrines que además –dicen los que relatan esto en la radio- son personas con adicción a las drogas.
5.- Un "malandrín" murió en la gresca de agresores contra agredidos.
El parte oficial (de la Policía Municipal) -dicen quienes platicaban lo sucedido-, en vez de enunciarlo como "defensa propia" lo asientan como "gresca" o "riña". La gran diferencia entre ambos es que en la primera no existen cargos para Javier por tratarse de su propia defensa. Empero, en la segunda, "riña", la cosa cambia, cambia tanto que está hoy en la cárcel con presunción de homicidio.
Y aquí esta lo ilógico de toda lógica. ¿Querrá un muchacho universitario "armar reyertas" como pandillero común nada más porqué sí? Claro que no sin embargo, el parte policiaco nos dicen estampó "riña" contrario a "defensa propia".
Hoy jueves los universitarios compañeros de Javier citaron a una marcha de manifestación pacifica (así dice el correo) y agregan: " Con esta forma de expresión y catarsis social, no se pretende retar al Estado ni desconocer su autoridad. Por el contrario, legitimamos al gobierno en turno, pero, precisamente por eso, acudimos a él, en legitimo derecho, y frente al incremento de la violencia y sus practicas mas atroces en los últimos meses, exigiéndole cumpla una de sus funciones prioritarias: la seguridad. Además, exigimos también se agilice el proceso penal que se gestiona en torno al compañero Javier Piña, quien lleva casi dos meses en prisión".
Y concluyen con una frase;
"La resistencia es un derecho; la represión, un delito".
En este mismo correo que se me envía, antes de la invitación a manifestarnos, el remitente me dice entre otras cosas; "El actual alcalde de Tijuana tomó del erario publico una cantidad de dinero para salvar a su padre y lo premian con la alcaldía de Tijuana, eso quiere decidir que algo se puede hacer con este ejemplo para ayudar a este joven y su familia…" (Súper SIC).
¡Bueno! Aquí la cosa es de carácter legal y de presión social ante los hechos contundentes que Javier es estudiante y no criminal ni con antecedentes –así lo entiendo-. Los testigos, vecinos que vieron los hechos de lo sucedido tienen miedo a declarar por temor a represalias por parte de los agresores (siempre será que lo peor de la gente mala es el silencio de la gente buena) que hoy se dicen ofendidos o al menos así entiendo que la autoridad los puso ante el Ministerio Publico. Tan es así que están libres y Javier en la "pinta".
De presión social porque ante la inminente infalibilidad del Sistema Judicial que se equivoca y condena inocentes –según parece- hay que armar la defensa con la sociedad entera si es preciso. En mis tiempos de estudiante, un estudiante era sagrado, se le cuidaba, se le impulsaba a estudiar. Nunca se le condenaba al fracaso, a la cárcel salvo prueba fortuita o al olvido como se quiere aquí condenar a Javier.
Elucubrando –no conozco los hechos investigados y si los hay- pero, vas por una calle, está cerrada con piedras, sales del auto a despejar. Te asaltan. Amable lector ¿les suena familiar la escena? ¿A cuantos más asaltaron estos malandrines también victimas de la pobreza y la miseria que se da en Tijuana? ¿Por qué hay miedo en los vecinos? ¿Por qué la Policía Municipal dijo "riña"? ¿Por qué la Policía Municipal no se "daba cuenta" de las piedras cerrando caminos?
Son muchas interrogantes ante una autoridad que perdió piso en su ejercicio de gobierno y han hecho del municipio "cacicazgo y mugre". El que hoy es presidente municipal (gracias al abstencionismo) desquició la hacienda publica para pagar la operación del padre en aquel escándalo que los tijuanenses conocemos. Lo "premian" -dice el comunicado-, con la presidencia municipal empero las sanciones a la que fue objeto por tal sustrajo de dinero, nunca las cumplió ni tampoco hubo autoridad que ejerciera acción alguna en su contra.
Vivimos tiempos políticos de violento cinismo donde la mentira se usa como forma y la impunidad como fondo.
Si Javier sale de la cárcel, será porque los ciudadanos estamos recuperando la capacidad de asombro y en un acto de principio solidario ciudadano y colectivo, prepararemos –junto con ustedes si así lo desean- la estrategia y defensa para esclarecer los hechos y ver porque dicen "riña" y no "defensa propia".
Legitimar el gobierno en turno no va a sacar a Javier de la cárcel. Y sí retar con pruebas y hechos contundentes al Sistema Judicial y en este caso "su policía municipal"que pretendiéndose infalible condena inocentes.
En nombre de mis compañeros que representamos el colectivo de las diferentes organizaciones en esta nuestra casa, ESTAMOS CON JAVIER y les ofrecemos nuestro apoyo jurídico, moral y material para el esclarecimiento de esta pifia que vivimos en cotidianidad en nuestra ciudad y en donde Javier es una victima más del "resplandeciente" poder municipal, y de la olvidada Tijuana de los pobres.
Javier ¿Inocente o culpable? Inocente…
Desde el Comité de Base PRD calle 10 en Tijuana, B.C. / Miembro del CoNaCC / Septiembre 10, 2009
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