octubre 22, 2009

Caen muy pronto las caretas

Guillermo Fabela Quiñones
Apuntes / Poresto

Según Felipe Calderón la economía nacional muestra “claros signos de recuperación”, porque según él se logró la creación de 120 mil empleos en los últimos dos meses. Desde luego, a tal cifra habría que descontar los 44 mil despedidos de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, así como los miles más que son en realidad trabajadores eventuales y vendedores de chicles que se meten con calzador a las estadísticas. En su afán de mentir sin tapujos, afirma que la crisis de 1995 fue peor que la de este año, cuando es un hecho absolutamente documentado que la caída del PIB llegó a ser de 10 por ciento, mientras que cuando el “error de diciembre” bajó a 6 por ciento.


Pero dejando de lado los números, el dato concreto de mayor relevancia ahora es que el decrecimiento en este momento no tiene parangón en los últimos cincuenta años.
El problema mayor es que la situación actual es apenas un asomo de lo que se avecina en el próximo año, cuando los efectos de la política económica del “gobierno” calderonista se sientan en toda su intensidad. De ahí que algunos senadores del PRI hayan externado su convicción de replantear los términos del paquete fiscal aprobado en la Cámara de Diputados, con el decisivo apoyo de sus correligionarios. Así lo dio a conocer Francisco Labastida Ochoa, al puntualizar que el supuesto “boquete” financiero en las finanzas públicas no existe, toda vez que el gobierno panista tiene “varios guardaditos”, además de que por cada dólar que aumente el precio del petróleo, el gobierno federal recibirá 730 millones de dólares adicionales.
¿Entonces por qué la terquedad en imponer más cargas tributarias a un pueblo de por sí doblegado por la pobreza y la falta de expectativas? Simple y sencillamente para poder sostener un tren de privilegios injustificado que más temprano que tarde llevará a la quiebra total a la economía nacional. Calderón espera que esto no suceda en su administración, de ahí su firmeza en tomar decisiones que afectan de manera muy dramática el futuro de los mexicanos. Es un hecho inobjetable que en los dos “gobiernos” panistas el gasto corriente se triplicó absurdamente, al pasar de un billón de pesos en el último año de Ernesto Zedillo, a tres billones de pesos este año.
Como no tienen el valor ni el patriotismo para actuar de conformidad con el imperativo de salvaguardar el futuro del país, los miembros del “gobierno” calderonista se van por el camino fácil de afectar a quienes no tienen voz ni voto en los altos círculos de poder: las clases medias y los asalariados. Para eso llegaron a Los Pinos, seguramente, para aprovechar al máximo la oportunidad única de enriquecimiento fácil, tal como lo demuestra la ex pareja presidencial, cuyo tren de vida patentiza lo exitoso de su proyecto personal.
Sin embargo, como esto es del conocimiento público al no tener empacho Vicente Fox y su ambiciosa mujer en presumir sus privilegios y lujos de monarcas decimonónicos, hay priístas que con cierta visión y pudor no quieren pasar como cómplices de los panistas en este nuevo atropello a la sociedad nacional. Aquí cabría incluir a los pocos diputados del PRI que votaron en contra del paquete fiscal, así como a los senadores que anunciaron su rechazo al mismo. Es el caso de Mario López Valdés, quien puntualizó que “hay otras opciones de donde sacar recursos sin lastimar ni la economía familiar ni el empleo”, al hacer notar que el gasto corriente del gobierno federal se incrementó en 950 mil millones de pesos en los pasados nueve años.
Tal es el fondo del problema, que el PAN no quiere desaprovechar una coyuntura que saben será irrepetible y buscan sacarle el mayor provecho, sin parar mientes en las terribles consecuencias que traerá al país su voracidad, equiparable a la de los 400 grandes grupos empresariales que no pagan impuestos (devengar 1.3 de ISR es una burla cuando los causantes cautivos tendrán que pagar 30 por ciento) y gozan de atribuciones impensables en cualquier otra nación del planeta.
Como es poco probable que los senadores del PRI actúen con celo patriótico, la política económica de Calderón recibirá el aval del Congreso. Las consecuencias serán terribles en el 2010, año de por sí conflictivo por los efectos de casi treinta años sin crecimiento real, situación seriamente agravada por el decrecimiento de la productividad nacional en los últimos nueve años y por la irresponsabilidad del “gobierno” de Fox, cuando el país tuvo la oportunidad de salir a flote gracias a factores favorables que fueron estúpidamente desaprovechados. Corresponde a “Los Chuchos” una parte significativa de la culpa por lo que estamos viviendo, al prestarse a debilitar y dividir a la izquierda. El juicio de la Historia será implacable contra ellos.
gmofavela@hotmail.com

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