La huelga en la Compañía Minera de Cananea, situada en el estado Sonora, lleva más de dos años, de declarada, sin que hasta la fecha, sea vea en el horizonte cercano cuando concluirá. Es la huelga más larga que ha existido en México en los últimos 50 años y el gobierno de Felipe Calderón, no ha logrado conciliar a las partes, a pesar de que la mina es la segunda productora de cobre del mundo y que su paralización perjudica a la economía nacional.
La sección 65 del sindicato minero, que dirige su secretario general, Sergio Tolano, ha dado señales claras de su voluntad de resistir por más tiempo, a pesar de que sabe que los dueños de la empresa se niegan a negociar y de que buscan, por distintos medios políticos cuestionables, y maniobras flagrantemente ilegales, poner de rodillas al sindicato y darle una lección inolvidable.
La sección 65 cuenta con el apoyo de la dirección nacional del sindicato minero que dirige desde el exilio, Napoleón Gómez Urrutia, a quien los dueños de la Compañía Minera de Cananea, encabezados por Germán Larrea Mota Velasco, no perdonan que haya impulsado una línea sindical que ha logrado mejores condiciones laborales, prestaciones e incrementos salariales mayores a los de la mayoría de los sindicatos del país.
La tozudez de Germán Larrea raya en la obsesión pues durante el tiempo que ha durado la huelga, su fortuna personal se ha redujo de 7.3 billones de dólares (aprox. 7.000 millones de pesos) que tenía en 2008, de acuerdo a la revista Forbes, a 3.5 mil millones, de acuerdo a un artículo del periódico financiero “Sentido Común”, que cita en un el académico norteamericano, Ben Cokelet, en un ensayo sobre la familia Larrea. (1)
Es decir, ha perdido mucho más de lo que ha ganado al negarse a llegar a un acuerdo benéfico para ambas partes.
De acuerdo a Cokelet, Germán Larrea “pasa más tiempo en su castillo en Toscana, Italia, entre sus viñedos y lejos de su familia y negocios, que el que pasa en sus casa en la ciudad de México y Acapulco y, por esa razón, de sus oficinas corporativas generales”.
Tal vez, ello explique que Larrea Mota Velasco haya perdido una importante suma de su fortuna personal en un corto periodo de tiempo.
Sin embargo, es difícil que Larrea haya perdido tanto dinero en tan poco tiempo, si bien la fortuna que tiene la heredó de su padre, Jorge Larrea Ortega (1912-1999), quien levantó su enorme fortuna gracias al apoyo del entonces presidente Miguel Alemán y de su socio, el poderoso “empresario”, Bruno Pagliai, quien fue socio de la mafia italo-norteamericana, a través de Johnny Alessi, delegado de la mafia en Tijuana, México en los años 50s, donde fungió como manager del Casino e Hipódromo de Agua Caliente, lugar donde Pagliai trabajó por breve tiempo, unos años antes de que fundara el Hipódromo de las Americas, con apoyo de Manuel Ávila Camacho y de Miguel Alemán.(2)
Tal vez su tozudez le haya hecho perder una parte pequeña de su fortuna con la huelga de la sección 65, a la que él le achaca muchos de sus males. Sin embargo, la crisis financiera internacional podría ser otro motivo de mayor importancia. Empero, otro, aunque pareciera nimio, podría ser su descuido de los negocios por pasársela de maravilla en su castillo en la Toscana. Chéz¡
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