Entrevista al Comité Cerezo sobre las elecciones del 5 de julio
Raúl Calvo Trenado
Rebelión
¿Los resultados que puedan darse en las próximas elecciones influyen de alguna manera en el trabajo del Comité Cerezo?
Por supuesto que el trabajo de defensa de los Derechos Humanos que realiza el Comité Cerezo México depende, en gran medida, de la política del gobierno mexicano respecto a este tema. En este sentido, el fortalecimiento electoral de partidos políticos que históricamente han violado sistemáticamente los derechos humanos; civiles y políticos, así como los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de la sociedad tendría un efecto sumamente negativo dado que se profundizaría la criminalización y la judicialización de la protesta social y con ello se tendrían más casos de tortura, prisión política, ejecución extrajudicial y desaparición forzada por parte del Estado mexicano, si bien es cierto que para todos los partidos, los DDHH no son, ni por error, parte de su agenda política, es posible trabajar mejor con un sistema más democrático, desde el punto de vista del límite capitalista de este término.
¿Y en la situación de los presos políticos podría influir?
Un Congreso de la Unión (Diputados y Senadores) conformado mayoritariamente por miembros afines a los Partidos de derecha, evidentemente aplicarán con mayor agresividad una estrategia e represión, contención y aniquilamiento de los diversos movimientos sociales que se oponen a las políticas gubernamentales lesivas al disfrute de los derechos humanos de la población en su conjunto, esto resulta en la imposibilidad, como hasta ahora lo ha sido, de por ejemplo, la promulgación de Leyes tanto Federal como estatales de Amnistía, que permitan la libertad de todos los presos políticos y de conciencia del país.
Y la situación penitenciaria de graves violaciones a los derechos humanos será cada vez más aguda, recordemos que hoy se están construyendo nuevos penales de alta y máxima seguridad, que serán monumentos a la impunidad, amén de que en dichos centros, ahora también privatizados, los presos políticos y de conciencia tratarán de ser reducidos a lo mínimo en su dignidad.
¿La estrategia de militarización del gobierno puede condicionar el voto en algunas regiones?
Uno de los objetivos de la militarización es el control geográfico, económico, político y cultural de la sociedad por el Estado mexicano. La militarización como parte de la estrategia del "enemigo interno" en contra de la sociedad organizada cumple la función de impedir, condicionar, determinar o inhibir el voto en las comunidades, pueblos y colonias en las que la participación política de la sociedad ha optado por las elecciones como una forma de cambio de sus condiciones de vida. esta militarización, lejos de brindar seguridad en los procesos electorales, en muchos casos, produce miedo y zozobra en la población y en otros impide el ejercicio pleno del derecho a elegir gobernantes o que la defensa del voto, ahí donde nuevamente se utilice el fraude será inhibido.
¿Qué opinan de las promesas de respeto a los Derechos Humanos que anuncian los diversos partidos en esta campaña?
El problema es que ni siquiera se están dando promesas con respecto a los DDHH, se habla de promesas para paliar las necesidades básicas o más sentidas de las diferentes regiones del país, pero estas incluyen como el Partido Verde Ecologísta de México, la pena de muerte, la cual viola el elemental derecho a la vida, estas promesas como resultado de la violencia exacerbada que se vive por el control del mercado de la droga, la tendencia es a profundizar la legalización de las violaciones a los Derechos Humanos bajo el pretexto de la guerra contra el narcotráfico. En la actualidad, gracias a las reformas a la Constitución, en México existe el marco jurídico, que permite violaciones graves a los Derechos Humanos, como son, la tortura, la ejecución extrajudicial y la desaparición forzada y además, para que los autores materiales e intelectuales queden en la más completa impunidad.
Si no nos ponemos abusados, el PRIAN atiborrará el Congreso y entonces sí estamos totalmente perdidos. Ayer pude darme cuenta que la televisión bien o mal sólo menciona del PRI y del PAN como si los demás partidos no existieran. Los omiten, los anulan. La estrategia es sembrar en la mente de los telespectadores que sólo hay dos opciones. De tal forma, la abstención o la anulación del voto sólo permea en aquellos que no quieren votar por estos partidos mientras que los priístas o panistas sí votarán.
Raúl Calvo Trenado
Rebelión
¿Los resultados que puedan darse en las próximas elecciones influyen de alguna manera en el trabajo del Comité Cerezo?
Por supuesto que el trabajo de defensa de los Derechos Humanos que realiza el Comité Cerezo México depende, en gran medida, de la política del gobierno mexicano respecto a este tema. En este sentido, el fortalecimiento electoral de partidos políticos que históricamente han violado sistemáticamente los derechos humanos; civiles y políticos, así como los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de la sociedad tendría un efecto sumamente negativo dado que se profundizaría la criminalización y la judicialización de la protesta social y con ello se tendrían más casos de tortura, prisión política, ejecución extrajudicial y desaparición forzada por parte del Estado mexicano, si bien es cierto que para todos los partidos, los DDHH no son, ni por error, parte de su agenda política, es posible trabajar mejor con un sistema más democrático, desde el punto de vista del límite capitalista de este término.
¿Y en la situación de los presos políticos podría influir?
Un Congreso de la Unión (Diputados y Senadores) conformado mayoritariamente por miembros afines a los Partidos de derecha, evidentemente aplicarán con mayor agresividad una estrategia e represión, contención y aniquilamiento de los diversos movimientos sociales que se oponen a las políticas gubernamentales lesivas al disfrute de los derechos humanos de la población en su conjunto, esto resulta en la imposibilidad, como hasta ahora lo ha sido, de por ejemplo, la promulgación de Leyes tanto Federal como estatales de Amnistía, que permitan la libertad de todos los presos políticos y de conciencia del país.
Y la situación penitenciaria de graves violaciones a los derechos humanos será cada vez más aguda, recordemos que hoy se están construyendo nuevos penales de alta y máxima seguridad, que serán monumentos a la impunidad, amén de que en dichos centros, ahora también privatizados, los presos políticos y de conciencia tratarán de ser reducidos a lo mínimo en su dignidad.
¿La estrategia de militarización del gobierno puede condicionar el voto en algunas regiones?
Uno de los objetivos de la militarización es el control geográfico, económico, político y cultural de la sociedad por el Estado mexicano. La militarización como parte de la estrategia del "enemigo interno" en contra de la sociedad organizada cumple la función de impedir, condicionar, determinar o inhibir el voto en las comunidades, pueblos y colonias en las que la participación política de la sociedad ha optado por las elecciones como una forma de cambio de sus condiciones de vida. esta militarización, lejos de brindar seguridad en los procesos electorales, en muchos casos, produce miedo y zozobra en la población y en otros impide el ejercicio pleno del derecho a elegir gobernantes o que la defensa del voto, ahí donde nuevamente se utilice el fraude será inhibido.
¿Qué opinan de las promesas de respeto a los Derechos Humanos que anuncian los diversos partidos en esta campaña?
El problema es que ni siquiera se están dando promesas con respecto a los DDHH, se habla de promesas para paliar las necesidades básicas o más sentidas de las diferentes regiones del país, pero estas incluyen como el Partido Verde Ecologísta de México, la pena de muerte, la cual viola el elemental derecho a la vida, estas promesas como resultado de la violencia exacerbada que se vive por el control del mercado de la droga, la tendencia es a profundizar la legalización de las violaciones a los Derechos Humanos bajo el pretexto de la guerra contra el narcotráfico. En la actualidad, gracias a las reformas a la Constitución, en México existe el marco jurídico, que permite violaciones graves a los Derechos Humanos, como son, la tortura, la ejecución extrajudicial y la desaparición forzada y además, para que los autores materiales e intelectuales queden en la más completa impunidad.
Si no nos ponemos abusados, el PRIAN atiborrará el Congreso y entonces sí estamos totalmente perdidos. Ayer pude darme cuenta que la televisión bien o mal sólo menciona del PRI y del PAN como si los demás partidos no existieran. Los omiten, los anulan. La estrategia es sembrar en la mente de los telespectadores que sólo hay dos opciones. De tal forma, la abstención o la anulación del voto sólo permea en aquellos que no quieren votar por estos partidos mientras que los priístas o panistas sí votarán.
No a la impunidad
Carlos Fazio
Porque no se puede silenciar la historia. Porque la memoria del horror está presente. Porque las grandes mayorías no saben que todo es posible. Porque debemos reintegrar a la memoria colectiva lo que, de olvidarse, retornaría. Porque debemos oponernos a la inercia del consenso, del borrón y cuenta nueva y el no te metas del discurso dominante que quisiera un pasado sepultado para siempre, víctimas y protagonistas de ayer y de hoy, familiares, luchadores sociales, juristas, intelectuales y colectivos humanitarios de distintas regiones de Nuestra América se reunirán los días 20 y 21 de junio en el caracol zapatista Torbellino de Nuestras Palabras, en Morelia, Chiapas, para establecer un diálogo intergeneracional que, a la vez de denunciar, informar y analizar la realidad actual, sirva para crear nuevas herramientas de prevención y protección ante el ascenso de la violencia y la impunidad de los que mandan.
Con gran profusión, algunos hechos del pasado reciente reaparecen en muchas latitudes, y asoma el gesto inaugural del poder totalitario que define al enemigo interno: el indígena, el insumiso, el pobre, el migrante, el extranjero como sinónimo de terrorista, con la intención de imponer una verdad única en la lógica del orden instituido y como estrategia de poder y prácticas rutinarias del neoliberalismo de guerra de Washington y sus peones, con sus leyes de punto final y sus archivos secretos del horror; con la impunidad como política de Estado; con sus vuelos de la muerte y sus cárceles clandestinas; con sus falsos positivos, como en la trágica Colombia bajo control de la narcoparapolítica uribista; con sus renovadas doctrinas de seguridad y sus fachadas y limbos jurídicos que criminalizan la protesta, la disidencia y a los luchadores por la liberación nacional a los que clasifica como sediciosos o combatientes enemigos carentes de derechos, como en Guantánamo, Abu Ghraib, el Cauca, Chillan en Chile o Acteal, Aguas Blancas, Atenco, Oaxaca, Pasta de Conchos o Puebla en la geografía mexicana.
El silencio es aliado o cómplice del terror. La palabra engendra esclarecimiento. La resistencia a saber, individual y colectivamente, y el asco y el miedo que despiertan la cárcel, la tortura, las ejecuciones extrajudiciales, las desapariciones, los genocidios, nos invitan a huir de esos temas. Por eso, a partir del testimonio de las víctimas, del esclarecimiento de la verdad y la recuperación de la memoria histórica, es necesario comprender qué ocurrió y cómo ocurrió. Porque documentarlo, sistematizarlo y compartirlo nos permitirá saber qué está ocurriendo hoy, cuando la potencia hegemónica, Estados Unidos, con la complicidad de algunos estados clientes –Colombia, México y Perú en la coyuntura–, lleva a cabo de facto una reconfiguración del mapa geopolítico hemisférico en beneficio del complejo militar industrial.
Con sus tratados de libre comercio, su Plan Puebla-Panamá, su Plan Colombia y su Iniciativa Mérida, las nuevas empresas colonizadoras del imperialismo asociado buscan aterrizar sus megaproyectos y sus contrarreformas agrarias, como renovada forma de apropiación territorial violenta para el saqueo de recursos naturales en nombre del dios mercado y en clave de contrainsurgencia.
Con su Escuela de las Américas, sus guerras sucias y sus matanzas manu militari de indígenas, como en Bagua, en la Amazonia peruana, y antes en Cobija, Pando, en el trópico boliviano, o en el Chocó colombiano, el sistema busca perpetuarse y reproducir sus intereses. Mientras impulsa golpes suaves, revoluciones de colores, guerras de cuarta generación y secesionismos en Santa Cruz, Zulia y Guayaquil, fabrica estados fallidos con sus Eliot Ness de ocasión y reconfigura su red de bases castrenses y sus centros operativos de avanzada, ordena el regreso de la Cuarta Flota y multiplica los ejercicios militares.
Con sus paramilitares y mercenarios disfrazados de contratistas privados; con su guerra reguladora a las drogas, sus mafias y sus padrinos; con sus Sucumbíos, sus Atencos y sus Parotas; con sus cercos de hostigamiento contrainsurgente a los zapatistas en Chiapas y a los comuneros de la Nación Mapuche en Cautín, Malleco, Temuco y la Araucania chilena; con sus feminicidios; con su racismo, discriminación y arrasamientos culturales; con su terrorismo mediático y sus oligopolios al estilo Televisa o Globovisión; con sus oscurantistas adoctrinadores tarifados tipo Mario Vargas Llosa y Enrique Krauze, Estados Unidos y sus capataces locales imponen sus normas. Sus tribunales clasistas que legalizan la impunidad a través de las fronteras nacionales, con sus leyes antiterroristas y sus supremas cortes de opereta, que sancionan impunidad arriba y terror abajo, en tanto instalan por doquier sofisticados sistemas de control y vigilancia electrónica de red en el contexto de la tolerancia cero de la doctrina Giuliani.
Conocer el origen y la naturaleza del dolor, los mecanismos del terrorismo de Estado y del discurso del poder que justifica la barbarie y el odio al otro, al diferente, implica quizás desarmar su lógica de manera preventiva, su vigencia hoy y su eficacia. Frente a la situación del horror renovado, lo que el sistema propone es huirle por asco y miedo. No hacerlo exige vigilancia, requiere una alerta constante.
El silencio y el olvido, la indiferencia y la impunidad favorecen la persistencia y reproducción de la violencia y el terror de Estado. Por eso es necesario identificar todas las formas de impunidad vigente en sus dimensiones militar, jurídica, económica, cultural y comunicacional, para empezar a elaborar un diccionario del horror; para crear una red de redes de las organizaciones de víctimas que diseñen estrategias de denuncia, defensa social y propuestas de acción comunes, y constituyan un Tribunal Autónomo Continental para juzgar los crímenes de guerra y de lesa humanidad, así como a sus autores y ejecutores.
Porque no se puede silenciar la historia. Porque la memoria del horror está presente. Porque las grandes mayorías no saben que todo es posible. Porque debemos reintegrar a la memoria colectiva lo que, de olvidarse, retornaría. Porque debemos oponernos a la inercia del consenso, del borrón y cuenta nueva y el no te metas del discurso dominante que quisiera un pasado sepultado para siempre, víctimas y protagonistas de ayer y de hoy, familiares, luchadores sociales, juristas, intelectuales y colectivos humanitarios de distintas regiones de Nuestra América se reunirán los días 20 y 21 de junio en el caracol zapatista Torbellino de Nuestras Palabras, en Morelia, Chiapas, para establecer un diálogo intergeneracional que, a la vez de denunciar, informar y analizar la realidad actual, sirva para crear nuevas herramientas de prevención y protección ante el ascenso de la violencia y la impunidad de los que mandan.
Con gran profusión, algunos hechos del pasado reciente reaparecen en muchas latitudes, y asoma el gesto inaugural del poder totalitario que define al enemigo interno: el indígena, el insumiso, el pobre, el migrante, el extranjero como sinónimo de terrorista, con la intención de imponer una verdad única en la lógica del orden instituido y como estrategia de poder y prácticas rutinarias del neoliberalismo de guerra de Washington y sus peones, con sus leyes de punto final y sus archivos secretos del horror; con la impunidad como política de Estado; con sus vuelos de la muerte y sus cárceles clandestinas; con sus falsos positivos, como en la trágica Colombia bajo control de la narcoparapolítica uribista; con sus renovadas doctrinas de seguridad y sus fachadas y limbos jurídicos que criminalizan la protesta, la disidencia y a los luchadores por la liberación nacional a los que clasifica como sediciosos o combatientes enemigos carentes de derechos, como en Guantánamo, Abu Ghraib, el Cauca, Chillan en Chile o Acteal, Aguas Blancas, Atenco, Oaxaca, Pasta de Conchos o Puebla en la geografía mexicana.
El silencio es aliado o cómplice del terror. La palabra engendra esclarecimiento. La resistencia a saber, individual y colectivamente, y el asco y el miedo que despiertan la cárcel, la tortura, las ejecuciones extrajudiciales, las desapariciones, los genocidios, nos invitan a huir de esos temas. Por eso, a partir del testimonio de las víctimas, del esclarecimiento de la verdad y la recuperación de la memoria histórica, es necesario comprender qué ocurrió y cómo ocurrió. Porque documentarlo, sistematizarlo y compartirlo nos permitirá saber qué está ocurriendo hoy, cuando la potencia hegemónica, Estados Unidos, con la complicidad de algunos estados clientes –Colombia, México y Perú en la coyuntura–, lleva a cabo de facto una reconfiguración del mapa geopolítico hemisférico en beneficio del complejo militar industrial.
Con sus tratados de libre comercio, su Plan Puebla-Panamá, su Plan Colombia y su Iniciativa Mérida, las nuevas empresas colonizadoras del imperialismo asociado buscan aterrizar sus megaproyectos y sus contrarreformas agrarias, como renovada forma de apropiación territorial violenta para el saqueo de recursos naturales en nombre del dios mercado y en clave de contrainsurgencia.
Con su Escuela de las Américas, sus guerras sucias y sus matanzas manu militari de indígenas, como en Bagua, en la Amazonia peruana, y antes en Cobija, Pando, en el trópico boliviano, o en el Chocó colombiano, el sistema busca perpetuarse y reproducir sus intereses. Mientras impulsa golpes suaves, revoluciones de colores, guerras de cuarta generación y secesionismos en Santa Cruz, Zulia y Guayaquil, fabrica estados fallidos con sus Eliot Ness de ocasión y reconfigura su red de bases castrenses y sus centros operativos de avanzada, ordena el regreso de la Cuarta Flota y multiplica los ejercicios militares.
Con sus paramilitares y mercenarios disfrazados de contratistas privados; con su guerra reguladora a las drogas, sus mafias y sus padrinos; con sus Sucumbíos, sus Atencos y sus Parotas; con sus cercos de hostigamiento contrainsurgente a los zapatistas en Chiapas y a los comuneros de la Nación Mapuche en Cautín, Malleco, Temuco y la Araucania chilena; con sus feminicidios; con su racismo, discriminación y arrasamientos culturales; con su terrorismo mediático y sus oligopolios al estilo Televisa o Globovisión; con sus oscurantistas adoctrinadores tarifados tipo Mario Vargas Llosa y Enrique Krauze, Estados Unidos y sus capataces locales imponen sus normas. Sus tribunales clasistas que legalizan la impunidad a través de las fronteras nacionales, con sus leyes antiterroristas y sus supremas cortes de opereta, que sancionan impunidad arriba y terror abajo, en tanto instalan por doquier sofisticados sistemas de control y vigilancia electrónica de red en el contexto de la tolerancia cero de la doctrina Giuliani.
Conocer el origen y la naturaleza del dolor, los mecanismos del terrorismo de Estado y del discurso del poder que justifica la barbarie y el odio al otro, al diferente, implica quizás desarmar su lógica de manera preventiva, su vigencia hoy y su eficacia. Frente a la situación del horror renovado, lo que el sistema propone es huirle por asco y miedo. No hacerlo exige vigilancia, requiere una alerta constante.
El silencio y el olvido, la indiferencia y la impunidad favorecen la persistencia y reproducción de la violencia y el terror de Estado. Por eso es necesario identificar todas las formas de impunidad vigente en sus dimensiones militar, jurídica, económica, cultural y comunicacional, para empezar a elaborar un diccionario del horror; para crear una red de redes de las organizaciones de víctimas que diseñen estrategias de denuncia, defensa social y propuestas de acción comunes, y constituyan un Tribunal Autónomo Continental para juzgar los crímenes de guerra y de lesa humanidad, así como a sus autores y ejecutores.
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"ESTARÍAMOS MEJOR CON LÓPEZ OBRADOR"
"SOLAMENTE AQUEL QUE CONSTRUYE EL FUTURO, TIENE DERECHO A JUZGAR EL PASADO"
Visita El Justo Reclamo http://eljustoreclamo.blogspot.com/
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1 comentarios:
¿Porqué voy a anular mi voto?
Sencillo........... por las mentiras.
Tengo una hija con síndrome de Down que asiste a una asociación civil para la toma de sus terapias. Actualmente pasa por una situación muy difícil por que el apoyo mensual del Gobierno Estatal de Yucatán, desde hace SEIS MESES está detenido,"porque no han llegado los recursos" según dicen ellos. No hace falta ser adivino para saber que en realidad ese apoyo ahora mismo está circulando en alguna campaña. Por este motivo, no voy a votar por ningún candidato del PRI acá en Yucatán.
El año pasado, las profesionistas de esta asociación civil, diseñaron un proyecto para recibir apoyos de SEDESOL y obtuvieron el segundo lugar a nivel nacional, este año, elaboraron un nuevo proyecto que también fue aprobado. Sólo que 48 HORAS antes de que les entregaran el cheque con los recursos, por teléfono les avisan que "siempre no y disculpe usted". ¿Es esto moralmente y éticamente aceptable?. Por esta razón no voy a votar por el PAN en Yucatán
Los demás partidos, ¿pues que se puede esperar?. Nada
Así que no me vengan con la "jalada" de que anular el voto es un acto atidemocrático. No señor ANULAR EL VOTO ES SIMPLEMENTE UN ACTO DE LIBRE ALBEDRÍO, la quinta esencia de la democracia.
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