noviembre 06, 2009
Mauricio Fernández, El alcalde vidente
11/06/2009
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Por Índigo Staff
03 Nov 2009 (Reporte Indigo)
Sábado 31 octubre, 11:55 a.m.
Al tomar posesión como nuevo alcalde de San Pedro Garza García, Nuevo León, Mauricio Fernández revela que "El Negro" Saldaña, considerado el principal secuestrador de ese municipio, amaneció muerto en el Distrito Federal.
Sábado 31 de octubre, 3:15 p.m.
La Policía capitalina encuentra una camioneta Chevrolet Equinox con los cuerpos de cuatro hombres ejecutados, con tiro de gracia y una leyenda en la espalda: "Por secuestradores". También había dos cartulinas que decían: "El Jefe de jefes" y "Job 38:15".
Sábado 31 de octubre, 5:00 p.m.
La Policía forense de la Delegación Miguel Hidalgo identifica los cuerpos de los ejecutados. Se trata de Héctor Francisco Saldaña Perales alias "El Negro"; de su hermano Alan Mauricio Saldaña Perales alias "El Flaco", de su medio hermano Carlos Saldaña Rodríguez y de un primo identificado como César Rodríguez.
¿Cómo pudo el alcalde de San Pedro conocer de las ejecuciones tres horas y veinte minutos antes de que fuera encontrada la camioneta con los cadáveres?
¿Cómo pudo Mauricio Fernández corroborar cinco horas antes que los forenses de la Delegación Miguel Hidalgo, que se trataba del cuerpo de quien se considera el principal secuestrador de San Pedro?
La versión oficial, la que da el nuevo alcalde del municipio más próspero de México, es que se enteró por sus gentes de Inteligencia y le fue confirmado por el gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina.
Sin embargo, la respuesta podría estar oculta en las advertencias que el entonces alcalde electo diera el pasado 6 de octubre.
Fue en esa fecha cuando Mauricio Fernández lanzó un ultimátum al crimen organizado: O se retiraban de San Pedro antes de que asumiera la Alcaldía o iniciaría una limpia para acabarlos.
Y fue precisamente el día de su toma de posesión cuando el munícipe reveló, ante la sorpresa de la concurrencia, sobre la ejecución y la ubicación del cadáver de quien las autoridades capitalinas todavía no descubrían.
Por eso el caso se convirtió ayer lunes en un asunto de seguridad nacional. Y obligó a que la Procuraduría General de la República (PGR) atrajera las indagatorias que hacía la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal (PJDF).
Bajo el argumento de que "El Negro" Saldaña y su banda eran los operadores del Cártel de los Beltrán Leyva en el municipio de San Pedro Garza García, la PGR demandó a las autoridades capitalinas la entrega de todos los expedientes sobre las investigaciones.
La atracción federal se dio horas después de que el gobierno capitalino abriera la posibilidad de que Mauricio Fernández, miembro de una de las más prominentes familias regiomontanas, fundadoras del PAN, fuera citado a declarar.
El motivo del citatorio -que podría incluso haberse cumplimentado con un ministerial en Nuevo León- sería indagar cómo fue que el nuevo alcalde se enteró, antes que nadie, de la ejecución de "El Negro" Saldaña y su banda.
Y sobre estos supuestos se tejen cuatro posibilidades.
I. MAURICIO DICE LA VERDAD
Que efectivamente sus gentes de Inteligencia le hubieran dicho a Mauricio Fernández que "El Negro" ya había sido ejecutado y que el gobernador Rodrigo Medina se lo hubiera confirmado.
De sustentarse esta versión, no sólo sería el alcalde quien tendría que comparecer, sino sus "gentes de Inteligencia" e, incluso, el propio gobernador de Nuevo León para dar a conocer cómo fueron enterados de las ejecuciones con tanta antelación.
Y el asunto podría convertirse en un problema político. Un alcalde panista revela que cuatro ejecutados son depositados en una ciudad perredista. Que la versión se la confirmó un gobernador priista y que el gobierno federal panista decide atraer el caso, asunto que ya estaba en manos del gobierno local perredista.
II. GUARDIAS BLANCAS PRIVADAS
Que la ejecución de quien era considerado el principal secuestrador de San Pedro y de su banda fuera consecuencia de la contratación de guardias blancas, nacionales o extranjeros, que con financiamientos privados cumplieron la tarea de limpiar ese municipio del crimen organizado.
La inquietud por los secuestros y el cobro de protección venía creciendo en una entidad en la que habitan algunos de los más prominentes empresarios, políticos y sus familias.
Con el asunto fuera de control por la apatía o la complicidad de los gobiernos estatal y federal, se aprovechó el relevo de la Alcaldía para pintar una raya y dar el mensaje sobre el costo que significaría para cualquier cártel el operar en Garza García.
Aún con esta versión, el alcalde de San Pedro tendría que justificar quién o quiénes le dijeron tan anticipadamente de la ejecución y de la ubicación del cadáver en el Distrito Federal.
III. AJUSTE ENTRE LOS BELTRÁN LEYVA
Que la ejecución de "El Negro" Saldaña fuera consecuencia de una purga dentro del mismo Cártel de los Beltrán Leyva.
La versión cobra fuerza por la presunta molestia que habría generado en las cúpulas de ese cártel el que esa banda hubiese intentado independizarse de sus jefes.
Y que en un exceso más allá de la venta de droga, incursionaron en el secuestro y en el cobro de protección a negocios dentro del municipio más próspero de México.
"El Negro" se habría extralimitado bajo el supuesto de que sus anteriores jefes del mismo Cártel de los Beltrán Leyva, "La Burra", "El Nito" y "El 34", habían sido aprehendidos y escaseaban los operadores. La plaza estaba sin cabezas.
Aún con esta versión, Mauricio Fernández tendría que decir quién le hizo llegar la noticia con tanta anticipación y con tal seguridad que pudo darla como un hecho cinco horas antes de que se confirmara.
IV. AJUSTES ENTRE CÁRTELES
Bajo este supuesto, en San Pedro se estaría dando un reacomodo de los cárteles.
Un reacomodo que se habría iniciado cuando el entonces candidato Mauricio Fernández revelara que el municipio era controlado por los Beltrán Leyva.
Desde aquellas estremecedoras revelaciones de campaña fueron sometidos tres de los principales operadores de ese cártel en Garza García.
Primero habría sido Héctor Huerta Ríos, alias "La Burra", quien fue capturado el 24 de marzo por el Ejército mexicano.
En su lugar enviaron desde Sonora un nuevo jefe: Rodolfo López Ibarra, alias "El Nito", quien rentaba un departamento en la exclusiva Torre Dataflux y que fue capturado por otro operativo militar el 18 de mayo.
Vino luego la captura de otro de los jefes, Omar Ibarra Lozano, alias "El 34", a quien se le habría decomisado una lista de policías de San Pedro que presumiblemente recibían entre 5 y 10 mil pesos mensuales por operar su protección.
Exhibido el Cártel de los Beltrán Leyva, la plaza estaría siendo tomada o por el Cártel de Sinaloa, o vuelta a ocupar por el Cártel del Golfo.
Alguno de ellos se habría tomado la responsabilidad de limpiar el último vestigio de sus antecesores en la ejecución de la banda de "El Negro" Saldaña.
Y también bajo este supuesto, ¿quién le informó con tanta anticipación a Mauricio Fernández?
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DEL PASMO, AL APLAUSO, A LA ALARMA
Para algunos, el nuevo alcalde de San Pedro es un temerario al que nunca le tembló la mano para enfrentarse a los intereses establecidos, incluyendo el crimen organizado y su brazo corruptor del narcotráfico.
Para otros, Mauricio Fernández es un político protagonista, caprichoso y fanfarrón, que se brinca las trancas y que dice lo que piensa sin meditar en las consecuencias.
Ya vivió una experiencia en el año 2003, cuando como candidato a la gubernatura de Nuevo León se pronunció por la legalización de la marihuana bajo el argumento de que se pagarían impuestos, lo que traería beneficios sociales.
Años más tarde, el ahora alcalde de San Pedro habría declarado que él estaba dispuesto a sentarse a negociar con los narcotraficantes, si con eso erradicaba el problema que se vivía en Nuevo León.
Para febrero de 2008, meses antes de que fuera postulado como candidato del PAN a la Alcaldía de San Pedro, habría revelado en el diario La Crónica que enviados de los Beltrán Leyva lo habían visitado en sus oficinas para proponer un plan de seguridad. Mauricio Fernández dijo que había rechazado la propuesta.
Meses más tarde, en junio, cuando Mauricio ya estaba postulado candidato, Reporte Índigo dio a conocer el contenido de una conversación que el ahora alcalde sostuvo en un encuentro selecto con poco más de una veintena de electores.
Ante ellos dijo que la tranquilidad alcanzada en San Pedro no era el resultado de las acciones de la Policía, sino de los Beltrán Leyva. Que los capos resguardaban el municipio porque ahí se asentaban sus familias.
La controversia de sus declaraciones se dio cuando en distintos puntos de su conversación mencionaba "yo les dije", "yo les dejé muy claro", en una evidente acción de concertación sobre cómo se debería de operar en el municipio modelo de México.
A pesar de la controversia y de perder más de 20 por ciento de los electores que originalmente lo apoyaban, Mauricio Fernández ganó los comicios del 5 de julio.
Ya como alcalde electo, el pasado 6 de octubre volvió al debate. Y fue muy claro cuando dijo en distintas entrevistas que iba con todo contra el crimen organizado.
Anunció incluso que estaba dispuesto a aplicar medidas poco ortodoxas, dada la falta de efectividad de los operativos estatales y federales.
O los grupos del crimen organizado se retiraban de San Pedro antes de que tomara posesión, o iniciaría una limpia para acabarlos.
Y el sábado pasado, durante la esperada toma de posesión, Mauricio Fernández sacudió a sus invitados en el Auditorio San Pedro, cuando anunció en un improvisado discurso que "¡vamos con todo!... que estamos preparándonos para frontalmente atender el tema (del narcotráfico).
"Por cierto", dijo el sábado el alcalde entrante. "Ahorita me acaban de informar que 'El Negro' Saldaña, quien aparentemente es el que estaba pidiendo mi cabeza, hoy amaneció muerto en el Distrito Federal y era el primer cabeza de secuestros de San Pedro Garza García".
Y después de revelar que vivió el intento de secuestro de una hija y un complot para secuestrar a sus nietos, Mauricio Fernández dijo:
"Les anuncio que me voy a tomar atribuciones que no tengo, porque vamos a agarrar el toro por los cuernos.
"Quiero dejar por demás claro que en el tema de drogas lo confrontaremos frontalmente. Y cualquier lugar que se tenga noticia de su venta será combatido por este gobierno municipal. No vamos a necesitar ni al estatal ni al federal. Directamente le vamos a entrar".
Mauricio Fernández remató su discurso con una severa advertencia:
"Aquí la van a entender por las buenas o por las malas: No aceptamos ningún tipo de secuestros en San Pedro Garza García y la pagarán con su propia cara.
"Que lo entiendan y lo entiendan bien, por eso se los estamos anunciando: No es un juego para mí y creo que para todos nosotros, esto es una guerra y nosotros la vamos a ganar".
Las fuertes declaraciones arrancaron los aplausos de una concurrencia que ya urgía acciones contundentes ante una ola creciente de secuestros y violencia que modificó la tranquilidad de lo que solía ser el municipio modelo de México.
De hecho, cuando se conocieron los detalles de las ejecuciones y se ventiló que el alcalde reveló la muerte de "El Negro" Saldaña antes de que las autoridades capitalinas descubrieran su cadáver, los elogios en Nuevo León no cesaron.
Se pasaron por encima la advertencia de tomarse atribuciones que no tenían y desdeñar las acciones del gobierno estatal priista y del gobierno federal panista.
Hoy, más allá del aplauso que valora la temeridad del nuevo alcalde de San Pedro, se esconden las auténticas repercusiones de que Mauricio Fernández se haya mostrado como un vidente.
Y no son pocas las voces que advierten que ese aplauso cosechado en corto, tendrá que pagar una alta factura a la larga.
Porque aunque el hambre de justicia y la sed de tranquilidad sean muchas entre los ciudadanos de San Pedro, quizás con el caso de "El Negro" Saldaña se haya abierto una caja de Pandora que con dificultad alguien tendrá que cerrar. ¿Cuál será el precio?
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Padre reclama cadáver que todavía no hallaban
El padre de los hermanos Saldaña viajó de Monterrey a la Ciudad de México para reconocer los cadáveres, pero cuando llegó, las autoridades todavía no identificaban los cuerpos.
Y todo porque Mauricio Fernández adelantó quiénes fueron los ejecutados 3 horas y 20 minutos antes de que los encontraran.
Por eso es que antes de que la Procuraduría General de la República atrajera el caso de la ejecución de "El Negro" Saldaña, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) había anunciado que podría llamar a declarar al alcalde de San Pedro Garza García.
La intención era que Mauricio Fernández aclarara ante el Ministerio Público cómo es que se enteró anticipadamente de la muerte de Héctor Francisco Saldaña Perales "El Negro" y de tres hombres más.
Los cuerpos fueron encontrados maniatados y con el tiro de gracia en la Delegación Miguel Hidalgo.
El fiscal central de Homicidios de la PGJDF, Joel Díaz Escobar, habló en torno a las polémicas declaraciones del político panista, quien anunció el cuádruple crimen con cinco horas de anticipación.
De acuerdo con el reporte policiaco, los cuerpos de "El Negro" Saldaña, presunto jefe del Cártel de los Beltrán Leyva en San Pedro Garza García, así como de su hermano, Alán Mauricio Saldaña Perales; su medio hermano, Carlos Cristian Saldaña Rodríguez; y de un primo llamado César Rodríguez, fueron encontrados a las 15:15 horas del sábado 31 de octubre.
Sin embargo, hasta ese momento no habían sido identificados.
No fue sino hasta las 17:00 horas cuando los peritos del anfiteatro en Miguel Hidalgo lograron identificar a las cuatro víctimas, quienes presentaban sin excepción, un tiro en la cabeza.
A pesar de estos tiempos, el alcalde de San Pedro ya había resuelto el misterio, pues desde el mediodía había hecho públicamente el anuncio.
Por esta situación, las autoridades capitalinas que investigan los cuatro homicidios dejaron abierta la posibilidad de llamar a declarar a Mauricio Fernández.
También podrían enviar a un agente del Ministerio Público para que rinda su declaración en torno a la información que obtuvo de estos crímenes.
La situación se enrarece aún más a partir de que los peritos en criminalística de la PGJDF determinaron que "El Negro" Saldaña y sus familiares tenían entre 48 y 72 horas de haber fallecido.
Esto quiere decir que las víctimas habrían sido ejecutadas desde el jueves o viernes de la semana pasada.
Hasta el momento, la Procuraduría de Justicia capitalina, que encabeza Miguel Ángel Mancera Espinosa, ha recabado las declaraciones de algunos familiares de "El Negro" Saldaña.
Según estos testimonios, Héctor Francisco y Alan Mauricio Saldaña Perales, así como Carlos Cristian Saldaña Rodríguez, tenían talleres de hojalatería y pintura en la ciudad de Monterrey, mientras que César Rodríguez era técnico en maquinaria pesada.
De hecho, fuentes cercanas a esta investigación dieron a conocer que el padre de los hermanos Saldaña Perales viajó desde Monterrey a la Ciudad de México para tratar de encontrar a sus hijos, toda vez que el alcalde de San Pedro ya había anunciado el cuádruple homicidio por la mañana.
Con esta información, Héctor Saldaña, padre de "El Negro" habría llegado al Distrito Federal alrededor de las 15:00 horas para reconocer los cadáveres. Pero encontró que las autoridades capitalinas aún no tenían conocimiento de estos hechos.
Fue Héctor Saldaña padre quien declaró ante el Ministerio Público que sus dos hijos y los otros dos hombres asesinados viajaron a la Ciudad de México con la intención de contactar a personas para trabajar con aseguradoras de vehículos, adquirir unidades siniestradas, arreglarlas y posteriormente venderlas, según informó el fiscal de Homicidios este lunes.
Desde el domingo, las autoridades de la PGJDF han intercambiado información con las autoridades de Nuevo León respecto a la propiedad de la camioneta en la que fueron encontrados los cuerpos. Hoy se sabe que la dueña es Karla Ivonne Ramos de la Garza, una amiga de ellos, y que el vehículo no tiene reporte de robo.
Al interior de la unidad se encontraron los boletos que indican su paso por casetas desde que salieron de Monterrey hasta su arribo a la Ciudad de México. Además, los peritos encontraron en su interior dos casquillos percutidos calibre 22.
El fiscal de Homicidios, Joel Díaz Escobar, explicó que la investigación en torno a esta ejecución está en la primera etapa y aún se elaboran los oficios de colaboración para la Procuraduría General de Justicia del Estado de Nuevo León, con el propósito de conocer el modus vivendi de las víctimas; es decir, lugares de trabajo, domicilio, amistades y ámbito familiar.
Respecto a los mensajes encontrados en los cadáveres, la consigna está muy clara: "Por secuestradores" y "Job 38:15.". Pero el fiscal de Homicidios fue cauteloso y no quiso dar opiniones, pues comentó que a veces se trata de imitadores, gente que quiere confundir a la autoridad o girar la investigación en un sentido opuesto.
Esta semana la PGJDF pretende obtener las imágenes que posiblemente fueron captadas por la Cámaras de la Secretaría de Seguridad Pública local en el lugar donde encontraron los cadáveres, en la Colonia Daniel Garza de la Delegación Miguel Hidalgo.
A pesar de que "El Negro" Saldaña es señalado como uno de los miembros activos del Cártel de los Beltrán Leyva, la Fiscalía de Homicidios de la PGJDF mantiene la investigación aunque ha sido apoyada por la Subsecretaría de Investigación en Delincuencia Organizada (SIEDO) de la Procuraduría General de la República.
Sin embargo, este crimen no pasó inadvertido para los federales, quienes ya rastrean los números telefónicos de los cuatro hombres ejecutados para poder determinar con quiénes mantuvieron comunicación.
El laberinto de Los Beltrán
Desde la escisión con Joaquín "El Chapo" Guzmán, esta organización criminal asentada en San Pedro entró en una serie de conflictos y enredos que terminó con la muerte de Héctor Saldaña "El Negro".
El primer hallazgo
Héctor Huerta Ríos alias "La Burra" fue detenido el 24 de marzo en un lote de autos del Centrito del Valle, en Río Grijalva entre Río Mississippi y Río de la Plata.
Durante años, Huerta Ríos fue el líder del Cártel de Los Beltrán Leyva en San Pedro.
Muchos lo conocieron como "el pacificador". Y es que durante la guerra por la disputa de la plaza, por el control del área metropolitana frente al Cártel del Golfo, "La Burra" fue quien tomó la iniciativa de buscar la paz. Eso ocurrió entre 2006 y 2007.
Presuntamente Huerta Ríos se reunió con Heriberto Lazcano Lazcano "El Lazca", jefe de Los Zetas, y con Jaime González Durán alias "El Hummer" -hoy detenido- para dividirse la ciudad.
Y entonces acordaron que la organización de Los Beltrán Leyva se quedaría con el control de San Pedro. El resto del área metropolitana estaría en manos del Cártel del Golfo.
Pero luego, el Cártel de Sinaloa sufrió una escisión.
Se dividió porque rompieron Joaquín "El Chapo" Guzmán y Los Beltrán Leyva.
Eso ocasionó que poco a poco la información fluyera y el 24 de marzo, luego de varias aprehensiones de gente de Los Beltrán Leyva en la Ciudad de México, el ejército detuvo aquí a Huerta Ríos.
'El Nito' y su depa
Apenas unos dos meses después de la aprehensión de "La Burra", los militares detuvieron el 18 de mayo a Rodolfo López Ibarra, "El Nito", junto con otros 12 cómplices.
Según el ejército, "El Nito" apenas tenía una semana de haber empezado a operar en San Pedro como el remplazo de "La Burra".
López Ibarra fue capturado en el Aeropuerto del Norte cuando regresaba con sus cómplices de una fiesta en Acapulco.
Pero luego de la detención los militares catearon un departamento en la Torre Dataflux, de Valle Oriente, donde "El Nito" apenas llevaba unos días viviendo.
Era un inmueble que le rentó Gerardo Montes, ex subprocurador del estado durante la administración de Fernando Elizondo.
Montes dijo que no sabía quién ocupaba el departamento y dio los nombres de un matrimonio con quien según él, había hecho la negociación.
La detención provocó problemas entre los inquilinos de la torre, que es uno de los edificios de departamentos más exclusivos de la ciudad, porque no podían creer quiénes fueron sus vecinos.
'El 34' y su lista
El 26 de junio, 14 días después de que Reporte Índigo reveló las grabaciones en que Mauricio Fernández hablaba del control de Los Beltrán Leyva, los militares detuvieron a un ex policía de élite.
Se trataba de Omar Ibarra Lozano alias "El 34", quien apenas un mes antes había tomado el control del Cártel de los Beltrán Leyva en San Pedro.
Ibarra Lozano fue detenido en posesión de armas, droga y una lista donde aparecían unos 40 policías sampetrinos que recibían dinero a cambio de protección.
San Pedro era el único municipio del área metropolitana donde ningún policía había sido investigado y arraigado.
"El 34" fue ligado al menos a tres ejecuciones y confesó a los militares el cobro de protección a bares y restaurantes de San Pedro. Exigía pagos de hasta 100 mil pesos mensuales.
Uno de los atentados a los que el capo fue vinculado es el crimen en el 2006 del abogado Julio Vargas, ex socio de la litigante Raquenel Villanueva, también ejecutada en septiembre pasado.
'El Negro' huérfano
De la serie de aprehensiones y de la escisión entre el Cártel de Los Beltrán Leyva y el Cártel de Sinaloa, hubo un grupo comandado por Héctor Saldaña Perales "El Negro" que tomó su propio camino.
Para Los Beltrán Leyva tuvo que ser un gran problema que este delincuente quisiera seguirse por la libre, como una célula huérfana del cártel.
Y es que se convirtió en un enemigo de esa organización, porque empezó a pedir derecho de uso de suelo a los propietarios de bares y restaurantes, cuando ese era un negocio del cártel.
También, según el propio Mauricio Fernández, empezó a secuestrar unas tres víctimas por semana.
Debió ser una piedra en el zapato para un menguado Cártel de Los Beltrán Leyva en San Pedro.
Pero "El Negro", que se había salvado de dos atentados contra su vida en 1998 y 2004, quizás sentía que era su oportunidad de controlar un amplio mercado.
Según Mauricio, una comunicación de "El Negro" interceptada por su grupo de inteligencia, indicaba que este delincuente pedía su muerte, su cabeza.
Pero el pasado 31 de octubre Saldaña fue encontrado ejecutado en la Ciudad de México junto con su hermano Alan Mauricio y su medio hermano Carlos Saldaña Rodríguez.
También estaba el cadáver de otro hombre llamado César Rodríguez.
Los cuatro estaban a bordo de una camioneta Equinoxx y el hallazgo fue cerca de las 3:15 p.m. del sábado.
Pero unas 3 horas y 20 minutos antes, ya Mauricio había afirmado durante su toma de protesta de la alcaldía sampetrina que "El Negro" estaba muerto.
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