junio 11, 2009

Desde 2002, la ASF halló irregularidades en guarderías oficiales concesionadas

Muchas no cumplían el perfil ni contaban con permisos de uso de suelo

Enrique Méndez y Roberto Garduño / La Jornada


Desde 2002, la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados exigió a la dirección general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no continuar otorgando concesiones para guarde-rías subrogadas a particulares que no cumplían el perfil ni contaran –como detectó desde entonces– con los permisos de uso de suelo, personal capacitado y los seguros de responsabilidad civil "que las protejan de cualquier eventualidad o responsabilidad, como un siniestro".

En las cuentas públicas de 2002, 2003 y 2005, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó falta de licitación pública de los servicios subrogados a guarderías, discrecionalidad en el monto de los pagos a éstas, y que además no contaban con los dictámenes estructurales de los edificios donde se ubican.

El órgano fiscalizador explicó que si bien desde el sexenio de Ernesto Zedillo comenzó a incrementarse la subrogación del servicio, con Vicente Fox ese esquema se disparó, pero al mismo tiempo se depauperó al grado de que mientras en las guarderías del IMSS el promedio mensual del costo de atención por niño fue de 3 mil 781 pesos, en las subrogadas fue de mil 627.


La auditoría determinó que en el sexenio de Fox, la institución privilegió el proceso de entrega de los servicios de cuidado y educación a niños de hasta cuatro años de edad a la iniciativa privada, aun cuando el artículo 213 de la Ley del Seguro Social establece que el IMSS podrá subrogar esta prestación a los patrones que tengan guarderías en sus empresas o establecimientos.

Al incrementar el presupuesto destinado al pago de servicios subrogados, explicó, el Seguro Social rezagó la inversión en guarderías propias, y por ello la eficacia en la cobertura de atención de madres aseguradas fue de 72.2 por ciento, pues sólo atendió a 130 mil 845 de los 181 mil 225 niños que requerían atención.

En la revisión del sistema de guarderías en los dos últimos años de gobierno de Zedillo, y de los dos primeros de Fox, el órgano fiscalizador "constató que las operadas por el IMSS tuvieron un decremento de 7.3 por ciento, al pasar de 34 mil 105 a 31 mil 623 infantes, en tanto que las subrogadas registraron un incremento de 165.4 por ciento, al pasar de 40 mil 132 a 110 mil 513 menores, aun cuando este esquema carece de sustento legal".

Asimismo, como parte de los resultados de la auditoría al IMSS en 2002, también se revisó alimentación, salud y desarrollo sicomotor de los niños, pero no se encontraron resultados sobre la efectividad de la atención en estos tres rubros, porque el instituto no contó con un sistema en el que se registrara esa información de manera consolidada a nivel nacional, regional y delegacional.

Para la Cuenta Pública de 2003, la Auditoría Superior visitó cuatro guarderías subrogadas en el Distrito Federal: las denominadas Instituto Shakespeare, Dasheen y Cendi Particular Serafín –todas sociedades civiles–, las cuales no contaban con uso de suelo vigente, ya que no lo habían tramitado y sólo lo hicieron hasta 2004; otra más, bajo el nombre Yoltzin, carecía del dictamen técnico de seguridad y el dictamen estructural, y aun así el IMSS le otorgó la concesión.

Las cuatro guarderías sólo cubrieron 82 por ciento del personal especializado para atención de menores, lo cual era causa de rescisión del contrato, pero el Seguro Social no actuó.

También se encontró que las guarderías Dasheen y Yoltzin "no tramitaron de manera oportuna el seguro de responsabilidad civil" cuando se firmó el contrato, y la Shakespeare no lo había hecho inclusive hasta 2004. Además, la guardería Dasheen no se había registrado ante la Secretaría de Hacienda y no pagó impuesto sobre la renta (ISR) retenido.

En 2005, el Instituto Mexicano del Seguro Social otorgó otros 96 contratos para guarderías subrogadas, por un monto de 285 millones 133 mil 700 pesos, y de éstos, la auditoría eligió 20 para revisión. Encontró que las guarderías U-975 Cendi Day Care y U-060 Kinder Garden –también sociedades civiles–, contratadas por la Delegación Sur del Distrito Federal, no tenían vigente el dictamen estructural de edificación y esta irregularidad se subsanó hasta un año después, y la guardería Servicios Integrales Proinfancia, de la Delegación Norte, actualizó ese dictamen hasta octubre de 2006.

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