Eje Colombia–México

Gerardo Fernández Casanova
Que el fraude electoral jamás se olvide

Como buenos ahijados del mismo padrino, Calderón y Uribe no pierden oportunidad para mostrarse como aliados en la lucha contra el terrorismo y como paladines de la seguridad, al estilo impuesto por el padrino común, para el que terrorista es todo aquel que se opone activamente a la dominación imperial. El sedicente presidente mexicano acudió al V Congreso Internacional sobre Víctimas del Terrorismo, celebrado la semana pasada en Medellín, Colombia, para dar el discurso en la ceremonia de clausura del evento, en calidad de comandante supremo de las fuerzas de la legalidad que combaten al crimen organizado, aunque también, dicho sea de paso, para mantener ocupada la agenda y darse un merecido alivio a su agotadora actividad, inauguradora de cuanta nimiedad se les ocurra a las empresas extranjeras.

Para aquilatar la importancia del evento, me asomé a su página de Internet y constaté que, en efecto, amerita la presencia de tan importante personaje, compartiendo el patrocinio con José María Aznar, distinguidos empresarios de la comunicación, obispos y rectores de universidades del Opus Dei y la corona de España, entre otros. También me encontré que la membresía está compuesta por representantes de las víctimas del WTC, de la ETA, del ERI y las FARC, así como por las víctimas mexicanas del secuestro que, de vil acto criminal, fue ascendido a la categoría de terrorismo. Observé la ausencia de representantes de las víctimas del terrorismo real, como son los ya numerosos casos de vejaciones a cargo de los soldados en México, los muertos de la guerra sucia colombiana, los africanos afectados por el Sida y el hambre neoliberales, o los iraquíes y afganos muertos por las bombas inteligentes de los yanquis, entre muchos otros cuyo sufrimiento es ignorado por la gran prensa internacional. En el Congreso se aborda el tema de la inseguridad y del terrorismo, pero se omite la referencia a lo que los origina. Por ejemplo: nadie habla del artero asesinato de Jorge Eliécer Gaytán ni de la masacre de campesinos colombianos a cargo de la United Fruit, ni de los múltiples asesinatos de políticos progresistas y luchadores sociales; para ellos, las FARC son sólo un fenómeno espontáneo, reducto de la guerra fría. Tampoco se aborda el tema del desempleo y la miseria como antecedente obligado de la violencia, particularmente la que se registra en México. Nadie recuerda a las víctimas de los actos terroristas perpetrados por Luis Posada Carriles, asesino protegido por Washington. Sin menoscabo de la debida consideración al dolor de las víctimas ahí reunidas. La verdad es que se trata de otro más de los esperpentos promovidos por la derecha internacional.
Simultáneamente, en Caracas se encontraba reunida la crema de la intelectualidad retrógrada, con ejemplares de la talla de Mario Vargas Llosa, Enrique Krause y Jorge Castañeda, convocados por la derecha antichavista. Entre las miasmas del odio al progreso y la emancipación de los pueblos, destacó la aseveración del laureado novelista y fracasado político, autor de La Guerra del Fin del Mundo y perdedor de las elecciones peruanas, quien intentó demeritar a la vigorosa democracia venezolana, diciendo que los pueblos se equivocan y votan contra la libertad, cuyo valor es superior al de la democracia. Que quede claro: la democracia sólo es válida si el pueblo atina a votar por la derecha; en caso contrario, se le corrige mediante el fraude electoral y, en último término, mediante el golpe de estado o el magnicidio, actos que, en tal caso, se convierten en virtudes de patriotismo ejemplar. Krause y las demás visitadoras, aplaudieron la sesuda convocatoria de su Pantaleón, incluso lo designaron para que, en su nombre, debatiera de manera directa y personal con el Presidente Chávez, en un pretendido show mediático desprovisto de la más mínima lógica.
Por su parte, Chávez celebró el décimo aniversario de su programa Aló Presidente con emisiones los días jueves y viernes, en los que acostumbra gobernar en público y con la consiguiente explicación de motivos y alcances, siempre en un esfuerzo didáctico en beneficio de la educación pública. El día viernes tuvo como invitados a estudiosos del tema de la comunicación social, quienes realizaron una reunión para analizar el terrorismo mediático, tanto o más criminal que el abordado por la dupla heroica en Medellín. Fue en este marco que se propuso a Vargas Llosa & Co. disponer del espacio para debatir con los intelectuales de la izquierda venezolana y latinoamericana ahí presentes; la cita fue para el sábado. Los perfumados no se dignaron acudir. Con su pan se lo coman.
Para redondear el panorama, este lunes rindió protesta como presidente de El Salvador Mauricio Yunes, surgido del frente Farabundo Martí de Liberación Nacional. El menor de los países centroamericanos adopta un proyecto de izquierda y se suma al movimiento emancipador latinoamericano y caribeño. Enhorabuena.

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