* Mientras el país sigue de luto por la trágica muerte de los 42 niños, surgen dudas sobre la seguridad en la guardería que ardió matando a los infantes / La vida de al menos diez menores aún pende de un hilo / El 90% de escuelas en manos privadas son una bomba de tiempo, denuncian maestros / Hacienda espuria hizo recorte de 268 millones a estancias infantiles
HERMOSILLO, Sonora, 7 de junio (AFP).- México seguía de luto este domingo por el número creciente de niños muertos, de tres meses a cuatro años, que llegó a 42, mientras la vida de al menos diez pende de un hilo, por un incendio registrado el viernes en una guardería de la ciudad de Hermosillo, Sonora.
“En el último reporte tenemos 42 defunciones y 33 hospitalizados”, dijo el domingo en la noche el titular del Seguro Social mexicano, Daniel Karam, sin dar más detalles en conferencia de prensa en Hermosillo, capital del estado de Sonora.
Hasta la mañana del domingo el número de menores muertos era de 41, mientras que la vida de otros 12 pendía de un hilo, aunque Karam no aclaró si el deceso reportado más tarde corresponde a algunos de los heridos graves.
En tanto unas tres mil personas se reunieron la tarde del domingo en un auditorio de Hermosillo para celebrar una misa para los pequeños muertos.
En el oficio religioso, el cura recordó a “un papá que durante el incendio sacó a tres niños y no pudo encontrar al suyo o el joven que puso en reversa su camioneta y tiró los muros” de la guardería en el frenético rescate de los niños organizado por vecinos del lugar, antes del arribo de protección civil.
Un pequeño ataúd al frente simbolizó la muerte de los niños, en un día en que hubo otras misas en diferentes puntos de la ciudad y los cortejos fúnebres, llenos de flores, juguetes y globos, se encontraban continuamente por las calles de la calurosa ciudad de algo más de 700.000 habitantes.
Ante la tragedia, el papa Benedicto XVI expresó este domingo que está “profundamente entristecido por la noticia de ese grave incendio” y eleva “fervientes plegarias por el eterno reposo de los difuntos”, escribió el cardenal Tarvisio Berton, secretario del Vaticano, en un telegrama dirigido al arzobispo de Hermosillo, Massiac Salces.
Mientras la guardería se llenaba rápidamente de humo, los cuidadores, vecinos y padres se esforzaron por evacuar a 142 niños -muchos de ellos bebés- al través de la única salida que funcionaba hasta que llegaron los equipos de rescate.
Ninguna alarma de incendio o sistema de rociadores se accionó, y una madre dijo que una segunda puerta de la guardería estaba cerrada con cerrojo y nadie pudo encontrar la llave.
43 niños murieron en el incendio devastador que suscitó dudas sobre las normas de seguridad en más de 1,500 centros de cuidado infantil donde el gobierno ofrece atención barata para más de 200,000 menores.
Bomberos, padres y vecinos que corrieron para rescatar a los niños dijeron que sólo había una salida en funcionamiento -la puerta delantera- y que no funcionó ninguna alarma contra incendios ni ningún sistema de rociadores. Varias personas desesperadas abrieron grandes hoyos en los muros exteriores, e incluso un hombre embistió su camioneta en tres ocasiones contra la guardería en Hermosillo.
El caso de los 41 niños muertos en la guardería ABC –subrogada por el IMSS- es una muestra de la “peligrosidad” con que opera el esquema privatizador, ya que el 90 por ciento de estos centros en manos de particulares no garantizan ni la seguridad ni el buen desarrollo de los pequeños, por lo que representan una “bomba de tiempo”, alertaron maestros de las secciones 9, 10 y 11 del sindicato magisterial.
La Secretaría de Protección Civil de Veracruz, llevará a cabo una revisión exhaustiva de las guarderías y estancias infantiles del sistema educativo federal y estatal a fin de garantizar la integridad de los menores en esas instituciones.
Y la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó que la Secretaría de Hacienda hizo un recorte por 268 millones de pesos al presupuesto que la Cámara de Diputados había aprobado para el programa de guarderías y estancias infantiles que opera la Secretaría de Desarrollo Social para apoyar a madres trabajadoras, pero el órgano fiscalizador no dio seguimiento ni cuestionó a la dependencia en qué utilizó dichos recursos.
Así, el fallecimiento de cuatro niños más elevó a 42 el número de infantes muertos, de entre 11 meses y cuatro años de edad, a causa del incendio de la guadería ABC de la colonia Y Griega’, además de que otros siguen hospitalizados, 10 de ellos sumamente graves.
Encabezados por el procurador de Justicia del Estado, Abel Murrieta Gutiérrez, peritos de esa dependencia iniciaron las primeras inspecciones en las instalaciones de la guardería semidestruida la tarde del viernes por un incendio, cuando en su interior estaban resguardados 142 menores.
En realidad se trata de un bodegón habilitado como guardería y en el que fue necesario derribar muros para poder ingresar y rescatar a los niños.
Según las autoridades la mayoría de los niños fallecieron por asfixia e intoxicación.
Un funcionario de la Procuraduría afirmó que el incendio se produjo en la bodega de la Secretaría de Hacienda -en la cabecera norte del inmueble, donde trascendió había papeles y placas guardados- y que sin lugar a dudas habrá detenidos, pues existieron arbitrariedades.
Y cuando Francisco Manuel López llegó a la guardería ABC, los niños ardían en el interior y en el exterior.
Policías, bomberos y civiles intentaban derribar el muro de la bodega prácticamente con las manos. “Estaban tratando de tumbar la pared con un pico, porque la bodega no tenía más que una puerta principal y por ahí no podían salir, ni entrar nadie. Había mucho humo. Entonces yo empecé a golpear con la parte trasera de la camioneta para abrir el primer boquete”, narró.
Ocho veces golpeó el concreto con su pick up hasta que quedó la primera abertura, y repitió la operación para los otros dos boquetes que permitió la entrada de los rescatistas.
“En el primer impacto se quedó encajado el pico en la caja. Toda la gente me gritaba que siguiera, que derribara la pared. Después de eso hice otros dos, cuando dejé de hacer los hoyos, entré para ayudar y me di cuenta que había niños encerrados adentro de los cuartos de la bodega. Tuvieron que tumbar las puertas para sacarlos”, dijo el testigo del siniestro.
Vecino consultados afirman que la guardería carecía de un patio interior y uno exterior, además de que estaba contigua a o tres bodegas sin espacio entre sí, locales que también se incendiaron.
Agregan que el techo de la guardería era de lámina y estaba cubierto en la parte inferior por una capa de hielo seco, y en la parte exterior por un aislante de poliuretano.
En el interior de la bodega había separaciones (habitaciones) donde los niños estaban atrapados porque las puertas estaban cerradas.
“La gente entraba y salía. El primer policía que entró no tardó ni cinco minutos para salir gateando y ahogado por el humo. Yo levanté pedazos de hielo seco ardiendo y vi niños con plástico derretido pegado en la piel”, dijo Fancisco Manuel.
La entrada principal de la guardería está ubicada al ras de la calle y es ahí donde vecinos y rescatistas esperaron que Francisco hiciera los boquetes para entrar por los niños.
Francisco Manuel, de 23 años, a quien le han nombrado en el Estado como héroe por su hazaña, trabaja en un taller de laminados cercano a la guardería y fue su padre quien le dio aviso del incendio.
El joven tiene la columna desviada e inflamación en los músculos por los impactos que realizó con su camioneta para salvar vidas.
junio 08, 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario